El planeta tierra está que arde. “Desde 1880 la temperatura media de la superficie terrestre ha subido cerca de 0,8 grados Celsius, una tendencia que está impulsada en gran medida por el aumento del dióxido de carbono y otras emisiones producidas de la mano del hombre en la atmósfera del planeta. La mayoría de las causas artificiales son el resultado de un aumento de los llamados gases de efecto invernadero provocados por la acción del hombre. Este efecto invernadero viene provocado por la emisión de dióxido de carbono y se trata de la causa más importante del calentamiento global en la actualidad. El efecto de invernadero es uno de los factores que causan el calentamiento global, junto a la contaminación. Este efecto ocurre cuando los gases en la atmósfera impiden la salida al espacio de la energía que emite la Tierra en forma de calor”.
Hay ciudades que no solo tienen agua por horas, sino que no tienen por semanas y meses. La razón principal de ésta ausencia del líquido elemento es la ausencia de agua en las fuentes naturales: Ojos de agua, riachuelos, quebradas. Mientras éstos desaparecen, los ríos se están convirtiendo en esqueléticas quebradas. Claro, como humano se mira solo el bien, el caudal, porque solo pensamos egoístamente en nosotros, como si los humanos fuésemos los únicos vivientes del planeta y especiales seres vivos que requieren de agua. Acaso nos preguntamos ¿Cuál es la realidad de la vida de los peces? ¿Cuál es la situación de los crustáceos, moluscos, batracios, insectos, que viven en las aguas? No, ellos no están en nuestra egoísta agenda. Pero, no solamente hay escuálidas aguas, que cada vez se alejan de las sedientas bocas; también, la atmósfera se está convirtiendo con graduación acelerada en candente horno. “A lo largo del siglo pasado, el calentamiento global ocasionado por las actividades humanas que emiten dióxido de carbono, un gas que atrapa el calor, ha generado un aumento aproximado de 0,6 °C en la temperatura media del planeta. En los océanos, este cambio ha sido de aproximadamente tan solo 0,1 °C” La larga sequía desaparece el riachuelo, se muere la fauna ictiológica, aumenta la temperatura atmosférica, hay sofocante calor, la gente se muere de sed. No, no es una fábula abstracta de ayer, es la vida real de éste instante. Entonces, la humanidad debe tomar medidas drásticas de subsanación de gruesos errores actitudinales; pero, mientras la gente respira oxígeno sin costo, encuentra agua por doquier, hace agricultura al azar maltratando el recurso suelo, caza animales que no ha criado, vende madera que no ha sembrado, extrae oro destrozando bosques vírgenes, extrae peces del río que jamás ha alimentado, entonces, sigue viviendo como en lejanos tiempos del humano nómade de subsistencia, andando por lugares donde abundaba el alimento natural. Ese chip de antaño aún está impregnado en la mente humana, siendo ahora una realidad diferente, porque simplemente destrozamos nuestro propio medio ambiente. La toma de medidas drásticas es una decisión política de nivel mundial. Si bien en Kioto se han tomado acuerdos: “El objetivo del Protocolo de Kioto es reducir en un 5,2% las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo, con relación a los niveles de 1990, durante el periodo 2008-2012. Es el principal instrumento internacional para hacer frente al cambio climático” Sin embargo, desde entonces, en alrededor de diez años, la población no ha percibido ningún impacto, como si éste acuerdo ha quedado solo en eso, un acuerdo literal. Si se trata de una decisión política, son los políticos quienes la implementen, por eso, se espera que los políticos cuenten con formación académica básica profesional, para entender la real dimensión del problema y actuar.
Muchos técnicos indican que los planteamientos concretos a realizar son: “Reduciendo el uso de tu carro en 15 Kilómetros semanales evitas emitir 230 Kilos de dióxido de carbono al año. Un auto contribuye un 10% del monóxido de carbono que afecta la atmósfera. Una hectárea de árboles elimina, a lo largo de un año, la misma cantidad de dióxido de carbono que producen cuatro familias en ese mismo tiempo. Un solo árbol elimina una tonelada de dióxido de carbono a lo largo de su vida. Producir un kilo de carne utiliza más agua que 365 duchas prendidas. Por otro lado, consumiendo alimentos frescos evitas producir comida congelada que consume 10 veces más energía. Reduciendo el exceso de energía evitas que los países se vean en la necesidad de usar petróleo, carbón o gas para copar la oferta energética. Al reutilizar 100 kilos de papel, se salva la vida de al menos siete árboles. Por otro lado, la fabricación de papel reciclado consume entre 70% y 90% menos energía y evita que continúe la desforestación mundial. Los focos ahorradores consumen 60% menos electricidad que un foco tradicional. Este simple cambio reducirá la emisión de 140 kilos de dióxido de carbono al año. Si se reduce en un 10% la basura personal, se puede ahorrar 540 kilos de dióxido de carbono al año. Además se pueden ahorrar hasta 1000 kilos de residuos en un año reciclando la mitad de los residuos de una familia. Cada litro de gasolina ahorrado evita la emisión de tres kilos de dióxido de carbono. Inflar correctamente las llantas mejora la tasa de consumo de combustible en más de 3%”.