Hola mis amigos lectores de miércoles estamos de vuelta, tan rápido como pasa cada semana. Me imagino que ustedes están pensando que ya llegan las elecciones generales y estamos desojando nuestras ideas ¿por quién vamos a votar? ¿Quién será nuestro presidente? A estas alturas a ¿quién creer?. Desde que tenemos nuestra mayoría de edad y elegir a alguien muy difícil he podido elegir ni por un congresista o por un presidente no por acto rebelde sino por no encontrar la legalidad o actitudes de un verdadero peruano o una autoridad.
Se ha puesto como hábito de nuestros presidentes el mentir a una nación que emerge de una destrucción sin embargo la peor destrucción nacional de nuestros políticos es de mentir. Si recordamos a nuestros presidentes personajes descubiertos en hechos irregulares o ilegales, se enredan en sus propias mentiras. Alan García, Alejandro Toledo, Alberto Fujimori y ahora últimos las contradicciones de una nacionalista sin causa Ollanta Humala. En Perú no existe el perjurio como delito y decir lo que no es se ha convertido en la primera reacción del infractor.
Alberto Fujimori, purga condena por diversos delitos. Sin embargo, su prédica, la de sus familiares y seguidores es el de inocencia. Aparentemente los argumentos son tan “convincentes” que mantienen un alto porcentaje de respaldo electoral. “Miente, miente, miente, que algo queda” a estos tiempos sin desmerecer a los cuentos tradicionales ya nos tiene “Pinocho”. Lo peor de los peruanos es haber creído a un “jaladito” solo por subirse a un tractor y hablar “tecnología, honradez, y trabajo” nunca cumplió estas frases al estado peor a los propios habitantes.
Surge luego Alejandro Toledo, una transformación haciendo creer que ser cholo bueno y terco es mejor, Toledo también envuelto en el caso que involucra a su suegra por la adquisición de inmuebles; sus argumentos van modificándose conforme pasan las horas. Este hábito no es nuevo en el ex mandatario, el decir lo que no es se modifica en tiempo y espacio con mucha facilidad. Mitomanía y culpabilidad?
Y qué decir del palabreo Alan García, durante el último gobierno aprista, se denunció el caso de los “petroaudios”. Un personaje dominicano reuniéndose con autoridades de alto nivel y entre ellos con el Presidente del Consejo de Ministros Jorge Del Castillo. Interrogado en una primera vez dijo no recordar de haber reunido con Fortunato Canaan, posteriormente fue reconociendo que si lo hizo. La crisis de gobierno, llevó a la remoción del gabinete presidido por Del Castillo.
Difícil es creer a las personas que se transforman en los defensores de una nación antes de ser autoridades pero se convierten en los desleales de la nación, el último “fulero” como político Ollanta Humala, sin antes terminar su mandato ha perdido la brújula por todo los desaciertos de un militar que parece no tener las estrategias para afrontar una guerra, es difícil aceptar que su esposa toma el orden de mando mientras que el corre por las calles pensando que las cosas están bien en su gobierno con escándalos de corrupción. A este paso ¿A quién vamos a creer? En estos años hemos perdido todos la desconfianza, respeto, desconsideración por nuestros presidentes indecentes y mal formados por su entorno.
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En el 2016, se realizarán las elecciones generales y congresistas como siempre, los recursos públicos pasan a financiar las egolatrías del presidente y congresistas que ganan dinero y nunca son revocados amplían leyes a su antojo no les importa nada los problemas de su región y seguro al final de este año empezaran a buscar y mentir leyes a favor de nuestra región. Desconocemos de nuestros congresistas sus actividades hay uno que solo piensa en navidad para regalar a los niños juguetes que fueron donados por otras instituciones, nuestra desesperación es desconocer de las actividades de estos congresistas de nuestra región. En tanto, miles de miles de piuranos y peruanos, no tienen agua, energía eléctrica, servicios de educación buenos, o de salud, cuando se podrían haber resuelto estos problemas sin el fantasma de la corrupción.