Un país sin corrupción no se logra solo castigando; se logra gestionando los riesgos antes de que se vuelvan crímenes.
Para Genaro del Carpio, Especialista en Gobierno Corporativo, Sistemas de Control Interno, en empresas públicas y privadas, el país atraviesa por momentos muy difíciles en el ámbito político principalmente en el combate contra la corrupción, es por eso que propongo la aprobación de una política que ayude a luchar contra el flagelo de la corrupción detallando los principales argumentos por los cuales se hace necesaria
Contexto y problema: El Perú enfrenta una crisis estructural de confianza en el Estado. La corrupción, la ineficiencia administrativa y la falta de controles preventivos han generado pérdidas millonarias y debilitado la legitimidad institucional. A pesar de los esfuerzos de control existentes, el enfoque actual sigue siendo reactivo, actuando cuando el daño ya está hecho.
Es urgente pasar de un Estado que “persigue errores” a un Estado que anticipa riesgos y previene la corrupción desde su origen.
Propósito de la política: La PN-GIRCEP propone establecer, bajo liderazgo de la PCM, un Sistema Nacional de Gestión de Riesgos de Cumplimiento y Ética Pública, de cumplimiento obligatorio en todas las entidades del Estado. Su objetivo es fortalecer la gobernanza pública mediante herramientas modernas de gestión de riesgos, integridad y transparencia, alineadas con estándares internacionales (ISO 31000, 37001 y 37301).

Como enfoque y lineamientos principales
Gobernanza del riesgo: creación de comités de riesgo institucionales en cada entidad del Estado.
Prevención basada en datos: uso de inteligencia artificial y análisis predictivo para identificar riesgos antes de que ocurran.
Cultura ética y formación: capacitación obligatoria en integridad, riesgos y cumplimiento para todos los funcionarios.
Normas internacionales: adopción gradual de estándares globales de gestión y anticorrupción.
Transparencia total: publicación anual de mapas de riesgo y reportes de cumplimiento accesibles al público.
Beneficios esperados
- Menor corrupción, mayor confianza: reducción del riesgo institucional en un 40 % y aumento de la credibilidad del Estado.
- Estado más eficiente: ahorro de recursos y eliminación de duplicidades en controles.
- Funcionarios empoderados: servidores públicos con herramientas para actuar con ética y responsabilidad.
- Ciudadanía informada: acceso libre a información sobre riesgos y gestión estatal.
Impacto estratégico: Esta política transformará la gestión pública peruana de un modelo de control burocrático hacia uno de inteligencia preventiva y gobernanza ética. Significa que cada decisión pública desde una licitación hasta un plan social se evaluará con criterios de riesgo, transparencia e integridad.
El resultado: un Estado confiable, eficiente y moralmente sólido, donde la prevención de la corrupción deje de ser un discurso y se convierta en práctica cotidiana.
Llamado a la acción: El éxito de la PN-GIRCEP requiere liderazgo político y compromiso institucional. Implementar esta política no solo reducirá la corrupción, sino que marcará un punto de inflexión histórico hacia un nuevo pacto ético entre el Estado y la ciudadanía. Porque un país sin corrupción no se logra solo castigando; se logra gestionando los riesgos antes de que se vuelvan crímenes.



