«Agricultura regenerativa: la clave para salvar la producción de cacao «
San Martín enfrenta secuelas de la “pandemia agrícola” y la solución está en el suelo
La crisis climática golpea con fuerza a los productores de cacao en la provincia de Mariscal Cáceres y la región. A pesar de los precios históricos del grano, la baja productividad y el deterioro de los suelos mantienen en alerta a los agricultores.
Para Omar López Morales, presidente de la Mesa Técnica Provincial de Cacao, la única salida sostenible es la implementación de la agricultura regenerativa. “Nosotros lo llamamos una pandemia agrícola, y estamos convencidos de que la única vacuna es la agricultura regenerativa. Con esta técnica, no solo recuperamos suelos degradados, sino que evitamos la deforestación y logramos mejorar la productividad sin comprometer el futuro de la tierra”, sostiene López Morales.
El enfoque de la agricultura regenerativa no solo implica el cultivo de cacao, que es el principal producto de la región, sino también la diversificación con cultivos alternados que revitalizan los suelos. Sin embargo, el desafío más grande es la falta de políticas públicas que impulsen esta práctica a nivel nacional.
Un llamado al Congreso y al Ministerio de Agricultura
Desde la Mesa Técnica de Cacao, los agricultores exigen una ley que reconozca e impulse la agricultura regenerativa como una política de Estado. También piden que los fondos no retornables destinados al sector agrícola sean utilizados en programas que generen un cambio real en el campo.
“Vemos que los agricultores siguen con baja productividad, problemas de plagas y dificultades económicas. Los planes actuales del gobierno no han significado un cambio real porque no priorizan la recuperación del suelo. No se trata de eliminar los fertilizantes sintéticos, sino de utilizarlos de manera racional para no seguir degradando nuestras tierras”, explica López Morales.
Producción en riesgo por el cambio climático
Los productores de cacao enfrentan un panorama complicado. Aunque el precio del cacao es alto, la producción sigue siendo baja, con un promedio de 400 a 600 kilos por hectárea. Además, los efectos del cambio climático, con temperaturas extremas y lluvias constantes, han incrementado la presencia de plagas, lo que pone en riesgo el cultivo.
“La plaga no es el problema, es el síntoma de un suelo empobrecido. Si seguimos dependiendo de fertilizantes sintéticos sin restaurar la vida del suelo, la producción solo empeorará”, advierte López Morales.
Retos para el futuro: relevo generacional y normativas internacionales
Otro de los grandes desafíos que enfrenta el sector es la falta de relevo generacional en la agricultura. Muchos jóvenes no ven en el campo una opción viable para su futuro, lo que podría afectar la continuidad del cultivo en los próximos años.
A esto se suma la nueva normativa de la Unión Europea, que exige que el cacao exportado no provenga de áreas deforestadas. Si bien las cooperativas y asociaciones trabajan en cumplir con estos requisitos, López Morales recalca que la mayoría de los productores no están organizados y necesitan apoyo técnico para adaptarse a las nuevas exigencias del mercado.
“Necesitamos un enfoque integral que incluya a todos los agricultores, no solo a las cooperativas. La única manera de garantizar un futuro sostenible para la producción de cacao es con la agricultura regenerativa. Es momento de que el gobierno escuche y actúe”, concluye.