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miércoles, enero 22, 2025
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Prevenir es vivir

Con frecuencia solemos pensar que nuestros familiares serán eternos, verlos en algunos casos nacer y crecer es algo totalmente maravilloso, el sólo hecho de ser partícipe de su disfrute de la vida, ya es algo que nos reconforta el alma.

¿Qué pasa cuando tu cuento de hadas se termina derrumbando y desapareciendo como si un tornado hubiese pasado por tu vida y por tu casa? , es el momento en el que empiezas a saborear la vida desde otro tono de color, eres el protagonista de un suceso, un desenlace incierto.

¿Cáncer? ¿Alguna vez pensamos que el cáncer está tan cerca de nosotros?, la respuesta es NO. Siempre vemos esta delicada enfermedad desde un panorama exterior, apoyar a la Teletón y otros eventos de recaudación de dinero para enfrentar y luchar las garras de la muerte parece ajeno a nuestra realidad.

Todas y cada una de las células de nuestro cuerpo están rigurosamente controladas en lo que se refiere al crecimiento, la interacción con otras células e, incluso, su ciclo vital. El cáncer ocurre cuando un tipo de células ha perdido estos mecanismos normales de control y crece de una forma que el cuerpo no puede controlar.

Los distintos tipos de cáncer tienen signos, síntomas, tratamientos y pronósticos diferentes, en función del tipo de células afectadas y del grado de crecimiento celular incontrolado.

Todos los tipos de cáncer, incluyendo los que se dan en la infancia, tienen un proceso patológico común: las células cancerosas crecen de forma descontrolada, adquieren tamaños y morfologías anómalos, ignoran sus límites habituales en el interior del cuerpo, destruyen células vecinas y, al final, se acaban extendiendo a otros órganos y tejidos (lo que se conoce como metástasis).

Conforme las células cancerosas van creciendo, consumen cada vez más nutrientes del cuerpo. El cáncer consume la energía del niño que lo padece, destruye órganos y/o huesos y debilita las defensas del organismo contra otras enfermedades.

El cáncer solo afecta a 14 de cada 100.000 niños cada año. Considerando todos los grupos de edad, los cánceres más frecuentes en la infancia son la leucemia, el linfoma y el cáncer cerebral. A partir de los diez años, también hay una mayor incidencia de osteosarcoma (cáncer de huesos).

Cada tipo de cáncer afecta a distintas partes del cuerpo, y sus tratamientos y tasas de curación también son diferentes. Por lo general, los factores que desencadenan el cáncer en los niños no suelen coincidir con los que lo desencadenan en los adultos, como el hábito de fumar o la exposición a toxinas medioambientales. En contadas ocasiones, los niños que padecen determinadas afecciones de origen genético, como el síndrome de Down, tienen un riesgo incrementado de desarrollar cáncer. Asimismo, los niños que se han sometido a quimioterapia o radioterapia a raíz de un cáncer previo también tienen un riesgo incrementado de presentar otro cáncer en el futuro.

Una vez diagnosticado el cáncer, es importante que los padres busquen ayuda para su hijo en un centro médico especializado en oncología pediátrica (tratamiento de cáncer infantil).
¿Tenemos cultura de salud preventiva?, es una de las interrogantes que cuestiona y aclara uno de los grandes problemas en nuestro país. El índice de aumento es alarmante de casos de cáncer y peor aún de muertes, es algo que lamentablemente es pan de cada día.

La salud y la mejor calidad de vida en el Perú es algo que no pasa y está muy lejano a realizarse. Las personas esperamos que nos duela demasiado la cabeza, que nos aparezcan bultos o simplemente no poder siquiera caminar, es justo en ese momento que acudimos al Doctor, a esto llamamos falta de conciencia de salud, si a esto sumamos falta de profesionalismo de los encargados y la negligencia que prevalece a todas horas del día y en todos los hospitales del Perú.

Vale hacer una mea culpa por nuestra falta de actitud de salud preventiva y de pensar que es mejor chequearse continuamente que esperar que se desarrollen enfermedades graves y mortales que terminan acercándonos al abismo y hacia la muerte.

La vida se pierde en un minuto, sin darnos el tiempo para darnos cuenta de la magnitud de las circunstancias. Asesinos silenciosos que van ganando la batalla.
“Cuando tu sonrisa vuelva a tu rostro, por fin sabré que ganamos una de las batallas que nos queda por ganar”… Para Alisson.

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