Dirigentes de pueblos originarios de Perú, Bolivia, Colombia y Ecuador señalan que han restringido el paso de personas foráneas a las comunidades.
En Colombia se han presentado los dos primeros casos de miembros de una comunidad indígena que dieron positivo al COVID-19. Se trata de dos integrantes de la etnia Yukpa, en el norte de Santander, en la frontera con Venezuela. La alcaldía de Cúcuta ha indicado que se han activado los protocolos para evitar que el coronavirus llegue al resto de la comunidad, unas 250 personas. En tanto, la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) ha solicitado a las autoridades que atienda a este pueblo que se encuentra en hacinamiento y acordonada por la Policía.
El primer caso de un integrante de una comunidad indígena que dio positivo al coronavirus se registró hace unos días en Perú. Se trata de un líder indígena que viajó a Holanda para presentar una queja contra la petrolera Pluspetrol.
Tras su retorno y aunque la prueba que le hizo el personal del Ministerio de Salud al llegar a Lima no mostró ningún problema, Aurelio Chino, presidente de la Federación Indígena Quechua del Pastaza (Fediquep), decidió hacer cuarentena voluntaria y solicitó un despistaje del COVID-19, prueba que resultó positiva.
“El ‘apu’ se encuentra bien y no presenta ningún síntoma”, dijo Ely Tangoa, presidente de la Coordinadora de Desarrollo de los Pueblos Indígenas de la región San Martín (Codepisan), desde Tarapoto, lugar donde Chino se mantiene en cuarentena.
Pero esta es solo una parte de los problemas que enfrentan hoy las comunidades indígenas. Muchas de ellas se han visto obligadas a cerrar sus territorios, a prohibir el ingreso de extranjeros o personas foráneas, han solicitado también el apoyo de autoridades para que se cumplan las restricciones, así como que se informe en las lenguas indígenas sobre los riesgos y las medidas de prevención del coronavirus.
Razones del viaje a Holanda.
El 11 de marzo, el dirigente indígena, Aurelio Chino, en representación de las comunidades nativas de los ríos Corrientes, Marañón, Tigre y Pastaza, en Loreto, se presentó ante el Punto de Contacto de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), del gobierno holandés, para denunciar la contaminación de sus territorios ancestrales causados por los derrames de petróleo ocurridos en la Amazonía.
La razón de su presentación en Holanda era exigir que la empresa petrolera Pluspetrol, con sede en Ámsterdam, asuma su responsabilidad para remediar la contaminación generada por la exploración petrolera en los territorios indígenas.
Tres días después, el 14 de marzo, regresó al Perú y actuó de acuerdo al protocolo del gobierno peruano que ya había establecido la cuarentena para toda persona que llegue del exterior.
La comitiva para la presentación ante la OCDE estaba integrada por seis personas. Todas ellas se encuentran actualmente en cuarentena luego de haber sido sometidas a revisiones médicas, informa la red mongabay.com