El puente Santa Marta, inaugurado en 1980, ubicado en el caserío Huayabamba a 12 Km de Juanjuí y que cruza el río Huayabamba, tiene los cables de sustentación deshilachados desde hace tiempo, sin que se conozca decisión alguna para mejorarlo; ya se puso operativa la carretera pavimentada a Campanilla y este viaducto resulta vital.
El viaducto Santa Martha, podría colapsar o desplomarse en cualquier momento, pues ya no soporta mayor tonelaje; es vigilado por las rondas campesinas para restringir el pase de vehículos pesados, camionetas y autos que hacen su recorrido por la necesidad de transportar pasajeros e intercambiar producción y comercio.
Sus estructuras metálicas lucen rotas y oxidadas, con rasgos de corrosión, producto del paso del tiempo y por el peso de cientos de vehículos que pasan por esta importante vía troncal del país.
Se pensaba que iba reconstruirse o mejorarse a la par que se construía la vía asfaltada del tramo Juanjuí – Campanilla, pero eso no ocurrió ni ocurre ahora, lo cual demostraría una grave falta de previsión y el descuido del Ministerio de Transportes y Comunicaciones que no se pronuncia.
Tener una vía asfaltada, pero con un puente con estructuras deterioradas con el riesgo de colapsar y dejar incomunicada a la región con los mercados de la sierra y la costa, nos limita a seguir desarrollándonos; comentan los transportistas al exigir acciones inmediatas.
Señalan que esta situación de emergencia conllevaría a que se instalen en la zona las empresas de las traumáticas balsas cautivas, y esperan que no aprovechen de esta dificultad para sacar provecho, como ocurrió antes en Punta Arenas y Pizana cuando prestaban servicio de vado a los transportistas, a quienes les cobran sumas exorbitantes que fluctúan entre 100, 150 y 200 soles por vehículo pesado, el cual elevaba el costo del flete y de los productos de primera necesidad. (Carlo Augusto Pérez)