Moyobamba. Hace algunos años el Club Social Atlético Belén de Moyobamba, aquel clásico equipo crema de grandes partidos frente al Unión Tarapoto, Cali y otros equipo tarapotinos, dejó de tener presencia deportiva, incluso desde hace algunos años no participa en la Copa Perú.
El Atlético Belén es uno de los pocos clubes moyobambinos que cuenta con un campo de fútbol, no solo para la práctica de este deporte, sino como espacio de recreación para la juventud y escolares de todos los niveles de la capital de la región, sin embargo hace algún tiempo el emblemático Campo de Shango, donde se forjaron grandes futbolistas moyobambinos, es usado de manera indiscriminada casi todos los fines de semana para fiestas populares donde se expenden licores sin mayor control, es decir todo lo contrario a lo que significa el deporte.
La redes sociales produjeron una avalancha de críticas contra el municipio y los organizadores de dichos eventos, ya que este último fin de semana trabajadores ediles estuvieron haciendo la limpieza del campo donde tres días antes se había realizado una fiesta, recogiendo plásticos, botellas rotas etc, los funcionarios encargados no brindaron respuestas satisfactorias ante el evidente hecho que el evento fue organizado por un particular y donde el local es de propiedad de un privado. La indignación ciudadana se preguntaba porqué la limpieza del local de un evento particular con ánimo de lucro y donde el dueño del campo se beneficiaba con el pago del alquiler tenía que hacerlo el gobierno local.
Las fuertes críticas arreciaron también respecto del ensordecedor ruido que producen estas fiestas perturbando la tranquilidad y paz de los vecinos del sector, a ello habría que agregar que las inmediaciones del campo deportivo se convierte en letrina pública emanando olores nauseabundos que tiene que soportar la ciudadanía. El municipio moyobambino de manera oficial ha señalado que serán más rigurosos al momento de brindar autorizaciones para este tipo de eventos, aunque por lo pronto este fin de semana se anuncia una nueva fiesta, por lo que un grupo de vecinos se estaría reuniendo para plantear una acción de amparo ante el órgano jurisdiccional para salvaguardar su derecho constitucional de vivir en paz y tranquilidad.