A unos 60 días de la huelga docente, el problema público nos demostró todas sus dimensiones y por ello es importante abordar panorámicamente las posibles soluciones por el bien de los niños de la patria. Primero, el gobierno de PPK anunciaba en campaña que se acababa el recreo, pero el recreo político continúa y se observa una falta de oficio para realizar un monitoreo en referencia a la maduración del proceso de la huelga, que estalló y hoy afecta las esferas políticas, sociales y económicas del País.
Segundo, siempre hemos visto en los reflejos del Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes o prueba Pisa un indicador de nuestra educación, pero, existen más componentes que debemos observar con detenimiento como la infraestructura, el proceso enseñanza-aprendizaje, la cobertura, la deserción, la propia administración con sus procesos y procedimientos, los padres de familia y el gremio magisterial.
Entonces estamos ante un problema complejo, con sus propias dinámicas y singulares circuitos en las diferentes regiones de nuestro Perú. Hoy el desacuerdo se produce por las evaluaciones, se ventiló un mito del despido hacia los docentes que debe ser abordado adecuadamente.
Tanto el Minedu y los grupos parlamentarios han estado realizando esfuerzos, a través del diálogo para terminar la huelga docente, y haciéndose innegociable quitar las evaluaciones del petitorio de los maestros, el gobierno viene intentando una estrategia en espiral, dialogando en regiones con el fin de debilitar la protesta en Lima. Pero este escenario puede traer diferentes desenlaces, la huelga se puede agudizar y se pueden sumar más sectores. El otro escenario es que la huelga docente empiece a perder fuerza mientras se va generando inconformidad entre los padres de familia y la comunidad visto que el punto central- después de asegurarles el aumento del PIB, aumento remunerativo a 2000 soles, beneficios para profesores contratados, 200 millones para pago de deuda social, jubilación anticipada, mejoras en Qali Warma y sobre todo una evaluación formativa – sería que no quieran ser evaluados.
La evaluación debe darse. Si hoy los profesores piden que no se los evalué, mañana los estudiantes también pudieran pedir lo mismo y esto atenta contra la calidad educativa cuyo proceso es constante y permanente.
En este contexto, el gobierno debe entender que el recreo político debe acabar, la huelga docente nos demuestra la falencias en políticas públicas que tenemos y es por eso que el problema de educación debe ser abordado panorámicamente a fin de no tener acciones de parche, a ello debemos sumar, que los otros sectores también deben ser abordados con ópticas amplias y estudios detallados, a fin de que no pasemos de un ciclo sectorial de protesta a otro.
Además, el gobierno debe realizar todos los esfuerzos para reactivar nuestra economía, porque todos los acuerdos que se tomen, involucran dinero y de algún lugar debe salir. Entonces debemos de generar riqueza para poder distribuir mejor los beneficios para todos los peruanos.