Hoy es la celebración del cumpleaño de mi pequeño Pablito, quien vino a transformar mi vida y la de mi adorada Jhina Lorena, la Mujer Arbol (como ella siempre dice).
Vino a darle color a la locura tremenda de nuestros días, porque realmente estamos locos los dos.
Ha pasado un año desde que salió de la barriga de su madre; tan distante la idea de su existencia a la de las estrellas que vemos en el cielo y que están la más cercana a 2 mil millones de años luz. Un pequeño granito de arena en el desierto de este universo que ha nacido de dos, que hoy ya casi camina solito, que observa todo a su alrededor magnificado, que aun no habla mucho, y si lo hace, en el olvidado idioma de la pureza.
Su primera vuelta alrededor del sol ha sido exitosa y llena de mucho amor. Se le vienen mil retos por delante y queremos influenciar para que se convierta en un hombre que defiende la vida. Feliz primer año pequeñin. Algún día, ya viejo, leerás esto.
Te amamos pequeñito!