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Reingeniería del Estado

El sistema democrático está bien. Los demócratas están mal, bueno, algunos, ahora lamentablemente quienes ostentan cargos varios. “Se emborrachan fácilmente con micro cuotas de poder”.

En las actuales circunstancias, además de la carta magna, habrían solo tres normas orgánicas: Ley orgánica del medio ambiente; Ley orgánica de la persona humana; Ley orgánica de economía.

La Ley orgánica del medio ambiente, debe ser la primera, porque el hombre no podría vivir sin casa; pues, “Al principio creó Dios el cielo y la tierra” “mientras el Espíritu de Dios aleteaba sobre las aguas” “Y dijo Dios: Que exista la luz” Hasta allí tenemos los dos primeros componentes del medio ambiente: Luz y agua, creados en los dos primeros días de la existencia. Luego al tercer día “dijo Dios: Produzca la tierra vegetación: planta con semilla y árboles frutales que den en la tierra frutos con semillas de su especie”. Al cuarto día “dijo Dios: Que haya lumbreras en el firmamento celeste para separar el día de la noche, y sirven de señales para distinguir las estaciones, los días y los años; que brillen en el firmamento para iluminar la tierra… para regir el día y la noche, y para separar la luz de las tinieblas”. En el quinto día “dijo Dios: Llénense las aguas de seres vivos y que las aves vuelen sobre la tierra a lo ancho del firmamento”. Hasta aquí, quinto día, tenemos creados todos los cinco componentes del medio ambiente acuático: Luz, agua, vegetación, suelo, animales del campo. En el sexto día se crean los animales que viven sobre tierra y al hombre y el medio ambiente se completa “dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes por especies: ganados, reptiles y bestias salvajes por especies”. En este mismo sexto día “dijo Dios: Hagamos a los seres humanos a nuestra imagen, según nuestra semejanza, para que dominen sobre los peces del mar, las aves del cielo, los ganados, las bestias salvajes y los reptiles de la tierra” Es en este mismo día cuando Dios hace el encargo al hombre: “Les entrego todas las plantas que existen sobre la tierra y tienen semilla para ser sembradas; y todos los árboles que producen frutos…, y todos los animales del campo, a las aves del cielo y a todos los seres vivos que se mueven por la tierra, les doy como alimento toda clase de hierba verde. La ley orgánica del medio ambiente debe regular entonces, la convivencia del hombre sobre él; pues, dominar no significa sobre explotar y extinguir, sino convivir.

La Ley orgánica de la persona humana, debe estar enmarcada a las tres normas del incanato. Nuestra gran nación Inca se ha sostenido con solo tres normas: Ama llulla, no mentir; ama sua, no robar; ama quella, no ser haragán. La persona Inca entonces se formó en verdad de la palabra y de todo su accionar; en honestidad plena, en el respeto a los bienes de otras personas; en el arduo trabajo, por eso cada joven pareja recibía su terreno donde trabajaría con y para su familia, no hubo espacio para el ocioso. La arquitectura organizativa del Estado debe girar en base solo a estos tres grandes ejes. No existe necesidad de estar creando miles de normas que nadie conoce, nadie entiende y nadie cumple. Con éstos tres pilares, tendríamos personas respetuosas, que dicen la verdad y muy trabajadoras. Toda persona humana debe formarse bajo tres grandes pilares: formación corporal, con buena nutrición y mucha acción física. Formación intelectual, toda persona debe llegar a tener estudios superiores, según su vocación. Formación espiritual, toda persona debe formarse en base al temor de Dios, cultivando su amor ante Él y entre los seres humanos, la solidaridad, la misericordia.

La Ley orgánica de economía debe enmarcar dos grandes ejes: La producción sostenible y la extracción responsable. La producción sostenible de acuerdo a las vocaciones y los recursos: producción textil, producción agraria, producción de energía eléctrica, producción intelectual, producción manufacturera, producción ictiológica, producción de animales silvestres en zoo criaderos, etc. Toda producción debe ser planificada, respetando el medio ambiente y a las personas. La extracción responsable debe hacerse con estricto respeto al medio ambiente y a la persona humana, por supuesto en base a especial planificación. Es responsable porque debe hacerse según la necesidad de la población de la nación, no de manera de materia prima, sino transformada para los usos y servicios de la gente. Que las extracciones no dañen en absoluto al medio ambiente (para variar, como actualmente se está haciendo en Madre de Dios). El país no debe vender materia prima. Las reservas son necesarias para garantizar las vidas de las futuras generaciones humanas.

Ésta re ingeniería del Estado implica pocas normas legales, pocas personas trabajando en el sector público, todas las personas trabajando, absoluto respeto a las personas y sobre todo, respeto al medio ambiente.

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