Cuando observamos en las pantallas de la TV; imágenes truculentas, cruelmente dolorosas para quienes sabemos hacer nuestro, el dolor ajeno, no solo nos angustiamos y compadecemos a la víctima; también quisiéramos haber estado presentes para intervenir enérgicamente en defensa de sus derechos, y a no ser violentada físicamente ni psicológicamente.

Al reflexionar sobre el tema y en el afán de encontrar o ubicar el origen de esta condenable conducta surge toda una gama de suposiciones como por ejemplo; alteraciones mentales, agresividad genéticamente heredada así como permisibilidad o indiferencia de los progenitores ante este tipo de actitudes durante la primera infancia, motivadas por los celos que originan indebidas preferencias.

Todo ello es considerado, tratado y estudiado por los profesionales de la conducta, y el comportamiento humano. Psicólogos antropólogos y sociólogos escudriñan la mente humana, un pequeño mundo encerrado a perpetuidad en ósea prisión.

Un mundo tan cercano a nosotros en el plano físico, pero en realidad fuera de nuestro alcance por su impenetrabilidad.

La ciencia de la investigación médica, avanza a tientas y muy lentamente o no tan rápido como quisiéramos.

En los últimos 100 años, se han logrado algunos avances respecto al conocimiento de su funcionamiento, llegando a conclusiones, gracias al resultado de verificación de experimentos.

La Neurona ha sido estudiada en cuanto a su conformación, su naturaleza y las diferentes funciones que cumple; se ha diseñado la estructura del cerebro y las secciones que lo conforman, así como su fisiología aunque no en su totalidad.

Es probable que nos encontremos en el umbral de un más avanzado conocimiento respecto a su funcionamiento; de ser así la Humanidad ingresará a una era maravillosa, plena de comprensión y conocimiento de sí mismo y por ende del mundo que lo rodea. Mientras tanto, la familia; célula de la sociedad, deberá optimizar, el formato un tanto anquilosado que ha venido usando en la pretendida “formación de hogar”. Tanto las niñas como los niños deben ser guiados orientados y formados en base a un nuevo modelo de formación de hogar. El castigo físico deja profundos huellas en la siquis de los niños. Rescatemos la compresión, la tolerancia, la paciencia; los hemos traído al mundo para preservar nuestros genes, son nuestro futuro, démosles; AMOR.