No hay mal que dure 100 años, ni cuerpo que lo resista” que en castellano significa; Nada es eterno, que debemos tener paciencia y que los cambios llegarán”.
El pueblo peruano ha soportado casi cien años, la promesa de políticos tan importantes, que su presencia en el poder significaría, cambios tan importantes, que el Perú prosperaría.
Aun, la más santa paciencia, tiene sus límites; no cumpliste, muérete!
En épocas arcaicas, cuando los abuelos eran relativamente jóvenes, utilizaban generosamente, dichos refranes y adagios muy populares que aderezaban las conversaciones al punto que inclusive, las hacían más amenas produciendo reuniones placenteras y por lo mismo esperadas con ansias.
No hay mal que dure cian años ni cuerpo que lo resista es un dicho muy longevo pero práctico. Lo usamos hoy en este comentario sobre un ex – político que fué dos veces presidente. Antes debo esclarecer lo siguiente: quien escribe no es un antiaprista, ni ante nadie, más aun, admiré a don Víctor Raúl Haya de la Torre, Luis A. Sánchez, Andrés Townsend, entre otros singulares personajes, por su dignidad e inteligencia.
A partir de la natural decadencia del fundador, por su avanzada edad Alan García Pérez, su favorito, iniciaba un movimiento interno y soterrado en favor suyo, con el objetivo de convertirse en el nuevo ícono, el heredero natural del poder omnímodo al interior del partido. Todo militante que pretendiera erigirse líder y ocupar el lugar del ídolo, debía desaparecer del escenario, y así se hacía.
J. del Castillo, su adlátere, cuidó ese lugar, durante el tiempo que duró el forzoso auto – exilio de AGP., que fugó del país entre gallos y medianoche para evitar el proceso e ir a la cárcel por sus desatinos.
Fué precisamente el Tío George, quien ordenó pintar las paredes de Lima con la frase: “ALAN VUELVE”.
Y Alan efectivamente volvió para aprovechar la actitud maníaco depresiva del elector peruano, que nuevamente lo eligió, aunque por última vez. A la muerte de V.R.H de la Torre, desaparece el partido como tal, el membrete APRA, al igual que un logotipo comercial pasa a poder de A.G.P.J. del Castillo. Velásquez Q. M. Cabanillas y el oportunista porque nunca fué miembro con raíces partidarias; M. Mulder. Todos ellos manipulan a su antojo y provecho propio, los dividendos, como la alianza anti – natura con el fujimorismo, convertido ahora en “Organización Criminal”. A diferencia de Toledo, Humala y Kuchinsky, será difícil alojar en una cárcel a Don AGP, por que las celdas de los penales son muy estrechas, salvo que algún otro reclusorio posea una habitación amplia y sirva como celda.
En una última entrevista para IDL, A.G.P; lanzó un improperio contra quienes lo investigan.
Su reclamo de inocencia, no es cierto, fue procesado por la comisión de graves delitos, si no lo sentenciaron, no significa que no cometió delito.
Probablemente la vibrante indignación, la cause su hipocresía y cobardía, inconcebibles en un político que fue dos veces presidentes. La justicia tarda pero llega, le llegó la hora al impúdico ladrón y mentiroso N° 1 del Perú.