Como decíamos, de la relación de María Alegría Arias Bahamonde y José Ignacio Morey Capdebou se gestaría lo que vendría a ser una de las familias más emblemáticas de nuestra selva y las autoridades de Tarapoto no serían mezquinas, pues a sus herederos también los reconocerían con el nombre de muchas de las calles de una ciudad que por hoy se encuentran dentro de la modernidad. De este modo, el pasado y la historia de la ciudad se registra en esas calles del barrio Partido Alto.
De José Ignacio Morey Capdebou, patriarca de los Morey, nos ocuparemos en otro capítulo de esta serie. Pero, los Morey no aparecen en registros del siglo XVIII que hemos revisado con mi hermano Humberto Segundo y solo lo hacen a mediados de los años treinta del siglo XIX donde llegarían a tener gran presencia y cuyos descendientes mantienen aún su influencia logrando su mayor poder a finales del siglo XIX y hasta gran parte del siglo XX.
En los años en que se constituye la familia, hacía años que la provincia de Amazonas se había desligado de La Libertad y Maynas pasaría a formar parte del nuevo departamento con su capital Moyobamba, en los tiempos del presidente Agustín Gamarra. Cuando la familia se asienta definitivamente en Tarapoto, el Perú vivía los turbulentos años del primer militarismo, que se instaura en forma posterior a las guerras de la independencia. Había terminado la Confederación Peruana- Boliviana, con la victoria de la llamada Expedición Restauradora dirigida por Chile con la participación de Castilla, Gamarra que derrotan a Santa Cruz en Yungay. En los años en que Alegría Arias y Morey contraen matrimonio (1844), el Perú llegaría a tener cuatro presidentes provisionales producto de la anarquía política, hasta que en el siguiente año Ramón Castilla y Marquesado ocupa el poder hasta abril de 1851 cuando le sucede Rufino Echenique.
¿Cuál es el rol que le tocó cumplir a una mujer como María Alegría Arias Bahamonde de Morey, ecuatoriana de nacimiento convertida ya en ciudadana tarapotina y, por ende, peruana por adopción? Los datos históricos que vamos obteniendo de diferentes fuentes nos dan luz sobre su influencia sobre todo en el campo educativo. Sin embargo, su acción en la ciudad también se encuentra en el mecenazgo, la filantropía y el apoyo a las familias necesitadas. Un documento del 28 de marzo de 1892, de José Eusebio Cuipal, Párroco de la Doctrina de Tarapoto, informa al alcalde de la ciudad para que ordene el recojo de ropa blanca que había donado doña María Alegría, recepcionado provisionalmente por don Gregorio Delgado.
Como se ha descubierto recientemente, la ilustre ciudadana se afincaría definitivamente en Yurimaguas, en el fundo agrícola “Sanango” de propiedad de su hijo José Abelardo Morey Arias, donde fallecería el 03 de noviembre de 1912. La descendencia de los Morey Arias se entroncaría con las más linajudas familias selváticas como los Reátegui, del Castillo, Bartra, Dávila y otras. Una rama se asentaría en el distrito de Chazuta, como también lo harían los Reátegui, Villanueva, etc. Los Arévalo llegarían más tarde y se convertirían en un clan muy prolífico, superando a todos los demás. [Continuará]