Esta es mi última reflexión antes de las elecciones del domingo.
Se dice mucho que el radicalismo parte desde la izquierda siempre. No obstante, hay que recordar que la última ruptura democrática en nuestro país fue protagonizada por un gobierno de derecha. Su populismo solo fue equiparable con el Chavismo venezolano…
Se dice que las posturas ambientalistas son antidesarrollo, no obstante el mundo cada día se está quebrando más por justamente no haber proyectado para el futuro las consecuencias de nuestras acciones sobre la naturaleza.
Se dice que el ordenamiento del territorio no es una prioridad en un país que necesita de inversión, pero las muertes inundan las últimas administraciones, con un permanente retorno a una realidad en espiral de la que parece que nunca lograremos salir.
Hay quienes piensan que la educación y la cultura no tienen importancia y por eso, a pesar de tener presupuestos para hacer carreteras en vías en las que no transitan ni 10 vehìculos por día, no se hacen teatros, ni bibliotecas, ni se abren parques, ni se promueve la apertura del cerebro en la gente, ni la visión crítica.
Se acusa a todo aquel que piense que existen estas prioridades de un país como terrorista, como rojo, se le insulta como ignorante, se le trata como un apestado. Pero son justamente quienes promueven esta visión de las cosas, los que nos aseguran que “todos los que entran al gobierno roban”, justificando que les van a arrebatar otra vez el dinero del erario. Vota por quien quieras vecino, amigo, hermano, pero con esperanza. Borra la resignación de tu corazón y haz respetar tu postura por encima de los prejuicios de los otros. Y luego, respeta los resultados, que de eso depende el futuro del país