Las elecciones generales nos llevan a pensar las cifras y son preocupantes pero, también nos presentan muchas preguntas y varios desafíos como país y región.
Comencemos, tenemos más de 22 millones de electores hábiles a nivel nacional, de ellos, votaron poco más del 80%, pero, hubo un promedio de 20% de ausentismo. Centrémonos para este caso, en la región San Martín, tiene 575,806 electores, pero, asistieron, 446,631, es decir, faltaron: 129,175, el 22.43%
En la zona, los votos en blanco fueron 54,724, es decir, poco más del 12%. Si sumamos votos en blanco y ausentes, suman más de un 30% del electorado. ¿Qué muestra esto? ¿Desencanto por quienes buscan representarnos?
Para no obviar, los nulos son más del 7%, más de 33 mil personas. Ahora, el candidato que logró más votos, obtuvo: 104,394, el 23.13% del total de personas que hubieran podido votar.
Es decir, que la población ausente suma más votos que los votos que ha obtenido el candidato regional con mayor votación en San Martín. Si sumamos los votos de los dos candidatos que van a la segunda vuelta, suman poco más de 180 mil votos (180,269), algo menos de los votos que suman ausentes y votos en blanco (183, 899).
El partido de gobierno que ganó la anterior elección quedó en esta ocasión en el 6to puesto de 10 candidatos con casi un 5% de los votos. El anterior partido que gobernó antes del saliente, quedó en 4to lugar, con casi un 9% del total de votos emitidos. ¿Cuál fue el problema? ¿Por qué tan baja votación a quienes ya fueron gobierno en dos periodos consecutivos y en un gobierno anterior?