Ayer al mediodía, comerciantes de los principales mercados de Tarapoto sostuvieron una reunión con funcionarios de la Municipalidad Provincial de San Martín para abordar el anunciado incremento de la merced conductiva. El encuentro, sin embargo, se tornó tenso cuando los vendedores rechazaron las declaraciones del gerente de Planeamiento y Presupuesto, Juan Carlos Cavero Rojas, quien aseguró que el municipio gasta anualmente 700 mil soles en mantenimiento y gastos operativos de ese centro de abasto.
La presidenta de la Asociación de Comerciantes, Mery Quispe Chanta, tomó de inmediato la palabra y emplazó al funcionario municipal a detallar en qué se destinan los 700 mil soles mencionados. Según indicó, los vendedores no perciben mejoras visibles en la infraestructura ni en los servicios básicos de los mercados, por lo que exigieron explicaciones claras y sustentadas sobre esos gastos.
Durante la reunión, los comerciantes expresaron posiciones divididas respecto a la tarifa de la merced conductiva. Un sector pidió mantener el pago en 28 soles, argumentando que no existe inversión municipal, mientras que otro grupo aceptaba un incremento a 35 soles. Sin embargo, la tensión aumentó cuando Cavero Rojas señaló que la tarifa real debería ser de 70 soles, lo que generó malestar generalizado entre los asistentes.
Los vendedores presentes insistieron en la necesidad de transparencia y reclamaron que, antes de cualquier incremento, el municipio demuestre con documentos cómo se administra el dinero destinado al mantenimiento de los mercados. También cuestionaron la falta de obras de mejora, como techado, limpieza y seguridad, que consideran urgentes para garantizar un servicio adecuado a la población.
El encuentro terminó abruptamente, sin llegar a un consenso. Ante la presión de los comerciantes, el gerente de Planeamiento y Presupuesto junto al administrador del mercado Tres se retiraron del salón sin dar mayores explicaciones. Los dirigentes y vendedores los siguieron para exigir respuestas, lo que generó un clima de tensión en las instalaciones.
Finalmente, los funcionarios se refugiaron en la oficina de la administración del mercado y solicitaron apoyo a los serenos. Sin embargo, al llegar el personal de seguridad, los comerciantes ya se habían retirado del lugar. El conflicto quedó en suspenso y los vendedores anunciaron que continuarán exigiendo que la municipalidad transparente sus gastos antes de aprobar cualquier reajuste en la merced conductiva. Por: Hugo Anteparra
