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lunes, diciembre 9, 2024
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Rezagos en la vacunación Covid-19 aumenta vulnerabilidad de adultos jóvenes

DEBEMOS CAMBIAR LA ESTRATEGIA DE COMUNICACIÓN

La vacunación en Perú ha logrado progresos importantes en las últimas semanas. Son más 21,9 millones de dosis de Sinopharm, Pfizer y Astrazeneca ya han sido aplicadas en todo el territorio nacional, según el MINSA.

En el país más de 3 millones de personas mayores de 40 años permanecen desprotegidas contra esta enfermedad. Si solo se considera a los mayores de 50 años, la cifra bordea 1,6 millones de habitantes sin una sola dosis contra la Covid-19 aplicada, aún hay más de 3,1 millones sin vacunar en todo el país.

Más de 3 millones de adultos mayores de 40 años aún no han recibido ninguna dosis de la
vacuna Covid-19.

Aunque el país atraviesa por un periodo de descenso en los contagios y fallecimientos por Covid-19, los especialistas recomiendan acelerar la vacunación, ante la posible llegada de una tercera ola. Implica comprender y atender las causas en las brechas de acceso, pero también la reticencia a ciertas vacunas por parte de algunos sectores de la población.

¿Por qué personas en edad de vacunarse aún no han sido inmunizadas?

La desinformación ha influido negativamente en la aceptación de la contra la Covid-19, y en especial, de ciertas marcas. Sin embargo, de acuerdo con los expertos, este no es el único factor: la falta de estrategias que se adapten a los diferentes perfiles de la población y los problemas de distribución en zonas alejadas, también dificultan el avance de la inmunización.

No siempre es la vacuna, sino la marca

¿Cómo se explica entonces el rechazo a la vacunación de ciertos sectores? Uno de los aspectos que no fueron considerados, fueron los tipos y marcas de la vacuna. “Sospecho que tiene que ver con preferencias de las vacunas, más que un problema en la intención de vacunarse en general. Este es un problema que estamos tratando de resolver en un próximo estudio”, dijo el especialista.

A esto se suma las campañas de desinformación masivas durante el proceso de vacunación, que han logrado influir negativamente en la aceptación de ciertas dosis. Además de los mensajes promovidos por grupos antivacunas, quienes cuestionan la inmunización de manera constante y con argumentos sin base científica, el exministro de Salud, Óscar Ugarte, dijo que existía “una campaña contra Sinopharm por razones políticas”.

Después de Pfizer (15,2 millones de vacunas), Sinopharm es la segunda marca más distribuida en el país, con 8,8 millones de dosis repartidas en todo el territorio, según información del Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos en Salud (Cenares). Debido a las exigencias de la cadena de frío de Pfizer (requiere condiciones de transporte y almacenamiento de entre -25 y -15 °C), algunas zonas han recibido en mayor proporción dosis de Sinopharm, pues demanda condiciones logísticas más flexibles.

Las vacunas de Pfizer han sido empleadas para inmunizar a adultos mayores en la etapa inicial de la campaña, y para proteger a menores y personas con comorbilidades. De aquí que muchas personas en edad para vacunarse no hayan acudido a los centros de inmunización cuando les correspondía ser inoculados con Sinopharm. “Las personas no dicen ‘no me voy a vacunar’, dicen ‘lo haré cuando me den Pfizer’. Eso no es reticencia a la vacunación, es rechazo a un tipo específico de vacuna”, sostiene Angela Uyen Cateriano.

La especialista señala, “si había miedo a las vacunas por argumentos [falsos], desde el 5G hasta la infertilidad, las personas al ver que 100 o 1.000 en su comunidad están vacunados y no pasa eso, tienden a aceptar más la vacuna. Por eso, el acceso es un factor clave”, dijo

El alcance de la vacunación completa en la población de más de 80 años es de 71,8 %, en el rango de entre 70 y 79 años, de 77 % y en el rango de entre 60 y 69 años, de 74,8 %. No obstante, aún hay más de 873 mil adultos mayores de 60 años que no han recibido ninguna de las dos dosis del antígeno.

Para Ángela Uyen Cateriano, estas brechas podrían incrementarse en los rangos de edad menores. Esto se debe a que las nuevas generaciones han disfrutado de los beneficios de la vacunación desde su nacimiento —con la consecuente erradicación de la epidemia de viruela, por ejemplo— y nos son tan conscientes de la capacidad de las vacunas para prevenir enfermedades. “Las vacunas son víctima de su éxito. Las nuevas generaciones no perciben este riesgo. Eso nos dice que estamos fallando en la comunicación”, advierte la especialista.

La estrategia de vacunación tiene que cambiar

Los vacunatorios vacíos o con poca concurrencia, en esta etapa de la pandemia, revelan errores en la estrategia implementada por las autoridades sanitarias.

“Vemos vacunatorios vacíos y esto es por varias razones: los horarios, la distancia y el costo que implica acudir a ellos. Los vacunatones son más efectivos porque atienden de noche y feriados, pero queda un rezago grande de población que aún no acude. La estrategia tiene que cambiar a un enfoque microterritorial. ¿Dónde está la gente? En barrios, plazas, mercados. Se debe adecuar los horarios a la población y establecer como prioridad a los vulnerables”, indicó el también experto en Salud Pública a OjoPúblico.

Guzmán Changanaqui médico ginecobstetra y coordinador de la plataforma Salud y Derecho, considera que las estrategias microterritoriales deben “enfocarse en las personas”, es decir, considerar factores como el empleo y sus rutinas de desplazamiento. “¿Por qué los vacunatorios están vacíos? Probablemente las personas están trabajando. Asimismo, dice el médico, el Ministerio de Salud (Minsa) debe emplear sistemas de información para ubicar a las personas que aún no se han vacunado y entender las razones detrás de ello.

Precisamente, Alexandro Saco Valdivia, director ejecutivo de Promoción de la Salud de la Dirección General de Intervenciones Estratégicas en Salud Pública, indicó a que las acciones del Minsa están orientadas a realizar vacunaciones masivas en conglomerados comerciales, mercados, lozas deportivas y centros comunitarios.

Entre los incentivos y la obligatoriedad

Una estrategia empleada por diferentes gobiernos para incrementar la disposición de la población a vacunarse, es el uso de incentivos. En Estados Unidos, por ejemplo, varios estados han realizado ofrecimientos inusuales, desde la entrega de dinero hasta el sorteo de artículos de valor. En América Latina, Chile otorga un pase de movilidad a las personas con inmunización completa. Se trata de un certificado que les brinda flexibilidad para su desplazamiento en zonas en cuarentena.

Mientras que, en Perú, la municipalidad de La Molina ofreció recientemente beneficios tributarios para aquellas personas que hayan recibido por lo menos una dosis. El Concejo Municipal de este distrito aprobó una ordenanza para que los vacunados accedan, por ejemplo, a la condonación del 100 % de intereses moratorios y multas tributarias, durante el pago del impuesto predial y arbitrios municipales. Así también, en la región Ucayali, el Gobierno Regional organizó el sorteo de un mototaxi entre quienes recibieron dos dosis de la vacuna contra la Covid-19.

Pero, ¿son los incentivos una estrategia eficiente para impulsar la vacunación? Para la médica Angela Uyen Cateriano, el alcance de estas políticas tiene un límite. “Pueden llegar a quiénes se convencen por este tipo de beneficios. Pero es un grupo reducido, no todo el mundo se convencerá, porque las razones para no vacunarse son diversas, desde políticas, hasta [por motivos] de religión y dudas en la ciencia”, precisó.

Vacunas seguras y eficaces

En las últimas semanas, la positividad diaria de Covid-19, así como el promedio de fallecidos, se ha mantenido en niveles bajos en el ámbito nacional. Sin embargo, especialistas coinciden en que el nuevo perfil de los hospitalizados por esta enfermedad son personas cada vez más jóvenes y sin vacunar.

 

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