
A pesar de las evidentes carencias de cultura y conocimiento universal que tenemos en la región San Martín debido al abandono e indiferencia de las autoridades regionales y locales por el desarrollo cultural, sin embargo, en compensación, existen dos Escuelas del Conocimiento que han encontrado un lugar para incursionar en la sociedad sanmartinense en la ardua tarea de difundir Cultura y Saber, que, por supuesto, no son la misma cosa, pero que para los intonsos a veces se confunden. Nos referimos a la Escuela de Filosofía Nueva Acrópolis y a la Casa de la Cultura Dr. David Juan Ferriz Olivares.
En esta ocasión nos referiremos a la obra que viene realizando hace casi 10 años en nuestra región la Casa de La Cultura Dr. David Juan Ferriz Olivares, que debe su nombre en homenaje a uno de los discípulos más destacados del sabio francés Dr. Serge Raynaud de la Ferriere, y que, a diferencia de éste, que partió a una dimensión espiritual más elevada a temprana edad, dejando cientos de libros de conocimiento trascendental, teórico y práctico, el Dr. Ferriz alcanzó una edad avanzada en su fructífera vida, durante la cual no sólo se dedicó a la titánica tarea de difundir el legado de sabiduría de Serge Raynaud De la Ferriere , sino que creó su propia escuela del conocimiento que se dedicó a la formación de nuevos y jóvenes maestros, como el Prof. Christian Marquina.
El Prof. Christian Marquina, que es un destacado pianista, ha llevado a la práctica en San Martín una máxima fundamental del sabio Raynaud de la Ferriere: “Lo importante no es solamente enseñar algo a un niño; es formar su espíritu para la observación y la reflexión, la crítica en la investigación y el amor a la verdad“. Para ello la Magna Fraternatis Universalis, Institución cultural con sede mundial en Lima, Perú, y filiales en 60 ciudades de América, Europa y Australia, trabaja en el mejoramiento intelectual y perfeccionamiento espiritual de las personas a través de los cuatro pilares del Saber: Ciencia, Filosofía, Arte y Didáctica, con el objetivo de reeducar a la humanidad hacia una cultura de paz en un mundo unido por la comprensión y la sabiduría, sin distinciones de credo, raza, sexo, condición social, política, o edad.
Marquina y su esposa, en el tiempo que llevan trabajando en nuestra región han dedicado especial atención a la formación de la niñez, con cursos permanentes de Arte Integral desde los 3 años de edad, Formación Integral desde los 6 años, Gimnasia Yoga y Piano. Es precisamente el grupo más destacado de sus alumnos de piano -seis niños y jóvenes sanmartinenses, que van de los 7 a los 15 años- que se presentarán del 13 al 17 de Octubre en el Octavo Congreso Mundial para el Talento de la Niñez de la Fundación ELIC (Escuelas Libres de Investigación Científica Para Niños), evento que se llevará a cabo en la ciudad de Sucre en Bolivia y para lo cual estos niños y jóvenes estarán viajando estos días para demostrar con su participación el inmenso beneficio que lleva a su formación y desarrollo integral el adentrase en la disciplina artística del Piano.
El marco general de la Fundación ELIC está acondicionado para que el niño desarrolle sus potenciales, proporcionándole los elementos necesarios para crecer armónicamente consigo mismo y la sociedad.
Con un espíritu de avanzada acorde a los imperativos de la Nueva Era, abre el campo de investigación científica en el niño para expandir su nivel de comprensión y que ello le sirva y se proyecte en todos los alcances de la vida. El investigador generalmente traspasa la opinión general y sus conceptos se destacan del criterio común de la especialidad. Es un observador por excelencia. A su vez el niño lo es también. El niño demuestra la capacidad de absorber el mundo gigantesco del adulto y más todavía aislar de él su propio mundo, urdirlo de su fantasía e imaginaciones infantiles.
El principio de las ELIC, enunciado por su fundador el Dr. David Juan Ferriz Olivares dice: “Se hace necesario que profesores, médicos, psicólogos, físicos, matemáticos, artistas, escritores, profesionales en general, formen parte de esta gran cruzada formativa de la niñez y la juventud en esta nueva era de investigaciones verdaderas, en la cual necesitamos hombres y mujeres verdaderos, almas investigadoras no inundadas de la deformación crítica del siglo XX, sino espíritus abiertos que comprendan un sistema en su conjunto con creatividad certera, con grandeza y virtudes sociales que lleven a la Ciencia y a la Filosofía a la cumbre de la realización del hombre dentro de los lineamientos de los grandes principios de la Tolerancia, la Verdad y la Paz.” Estamos en el siglo XXI y estas nobles aspiraciones se están haciendo realidad. Felicitaciones.



