¿Qué está aconteciendo?, es una pregunta válida que se hacía parte del auditorio cuando la mesa de expositores fue invadida por aceite de coco del Consorcio Coco Bosque, miel de las alturas del Huayabamba, quinua orgánica de Bolívar y café ecológico del Madre Gera. No había gaseosas ni piqueos de bolsa. Algo raro estaba pasando en el salón de conferencias de la Expoalimentaria 2017, desarrollada en Lima la semana que pasó.
Gastronomía y Conservación de la Biodiversidad Amazónica: Bosques Generadores de Alimentos Sostenibles, fue el nombre de la presentación de Karina Pinasco, directora ejecutiva de Amazónicos por la Amazonía (AMPA) quien cerró con broche de aguaje (no de oro) el foro “Productos de la biodiversidad nativa”, organizado por el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) y que tuvo como primeros expositores al viceministro de comercio exterior, Edgar Vásquez; Luis Mesías del Mincetur con una reveladora presentación de las tendencias de los mercados y Miguel Ayquipa del Concytec.
Tras sus presentaciones, Pinasco desnudó ante el auditorio la sana y sabrosa relación que existe entre gastronomía y biodiversidad nativa. Comenzó su discurso poniendo en relieve cómo es que el principal reto de la deforestación que afecta los ecosistemas amazónicos es el cambio de nuestros malos hábitos de consumo.
En efecto, puso sobre el tapete como la histórica y continua invasión de productos importados como arroz, café, soya, maíz, palma y cacao, terminó mermando nuestra amazonía, al punto que al año se deforestan más de 140 mil hectáreas de bosques en el Perú.
“Todos estos cultivos importados, salvo el cacao que ahora se ha descubierto que tiene origen en la selva de Jaén, han sido los principales deforestadores junto a las actividades ganaderas. Pero el problema se agrava porque nunca se miró la maravillosa despensa de productos del bosque en pie”, apuntó Pinasco y resaltó como las experiencias de concesiones para conservación han logrado disminuir la deforestación en San Martín.
Además, recordó que AMPA viene articulando a los productores con el mercado gastronómico nacional, facilitando el intercambio de saberes y sabores, al punto que hasta el momento se han logrado colocar alrededor de 130 productos amazónicos en los restaurantes de alta cocina de diversas regiones.
Palabra de cocineros
El aterrizaje de insumos selváticos también fue validado por el panel que acompañó a Karina Pinasco. Andrés Ugaz, especialista en programas de alimentación, reconoció el aporte de AMPA y pidió al Estado que establezca una plataforma alimenticia regional diferenciada que revalore la despensa de cada región y que acabe con el divorcio que hay entre lo que tenemos como país y lo que ofrecemos a nuestra población.
Miguel Tang, director de Economías verdes de AMPA, resaltó la potencialidad de la despensa amazónica para frenar la deforestación y cómo esta cadena mejora la calidad de vida de los productores. Sin embargo, señaló que uno de los desafíos es el intermediario; es decir, las empresas de segundo piso que brindan servicios de transporte y logística.
André Patsias, propietario y chef del restaurant Statera brindó el comentario más emotivo, recordando su admiración por la amazonía y sus frutos, peces, hongos, plantas, hierbas y esencias. André pidió a los cocineros y empresarios restauradores que vuelvan la mirada hacia la amazonía y comiencen a trabajar con esos insumos maravillosos que espera por todos sin necesidad de talar árboles. Cabe resaltar que es un restaurante peruano pero que en el diseño del concepto del mismo han incorporado más de 47 ingredientes amazónicos en su carta.
“Es nuestra obligación estudiar permanentemente nuestra biodiversidad, pero con mucha conciencia. Ahí es donde encontramos nuestras preguntas y las grandes respuestas”, acotó Patsias.
Otro de los panelistas fue Peter Law de Intercold, quien reconoció no sólo la potencialidad de la selva peruana para transformar la gastronomía nacional, sino que además resaltó el papel que juegan los productores que cosechan insumos increíbles y también luchan contra la deforestación.
“La gastronomía ha cambiado. Hemos llegado al punto en el que la relación entre cocinero-productor-proveedor se ha vuelto esencial y personalizada. Dentro de esto entra a tallar con importancia la sostenibilidad, que se ha vuelto fundamental para las propuestas de cada cocinero”, agregó Law.
Juan Arce, de Atinchik, fue el encargado de cerrar el panel invocando la integración de todos los actores del campo a los beneficios de la conservación y la gastronomía. Pidió repetir las experiencias exitosas amazónicas en otras regiones y, finalmente, establecer un proceso estratégico de la gastronomía regional.
El dato: AMPA ganó hace unas semanas los Premios Latinoamérica Verde en mérito a su iniciativa de Gastronomía y Conservación. Se trata del certamen más reconocido del continente en favor del medio ambiente.