Fueron injertados con “limón rugoso” en el vivero Ahushiyacu. Para el 2025 proyectan adaptar 5 mil plantones.
Con la finalidad de mejorar la producción en calidad y cantidad de las cosechas, el Proyecto Especial Huallaga Central y Bajo Mayo (PEHCBM), mediante la Dirección de Manejo Ambiental (DMA), concluyeron con la etapa de injertado de 2,400 plantones de la especie cidra, llamado también “patrón y/o portainjerto”.
Así lo informó Leydi Torres Mendoza, responsable de la Dirección de Manejo Ambiental del PEHCBM, destacando que, para el cumplimiento de este objetivo, personal del vivero agroforestal Ahuashiyacu ubicado en el distrito de La Banda de Shilcayo, provincia y región San Martín, desarrolló la actividad bajo la modalidad tipo “cuña central”, que tiene la ventaja con respecto a otros tipos de injertos de ser más fácil y rápido de ejecutar sobre tallos o brotaciones de poco grosor con el cual se consigue el cambio varietal en edades muy tempranas, así como ahorro de tiempo y dinero, por su rápida realización y escaso material empleado.
“Las plantas “patrón”, fueron injertados con la especie “limón rugoso”, cítrico grande y arrugado, que tiene un aroma intenso y muy característico». enfatizó Torres Mendoza.
La técnica de injerto ha sido más estudiada con especies frutales, con diferentes propósitos; la mayoría como medio de propagación vegetativa o asexual y para obtener resistencia a enfermedades. “Entre los beneficios del injerto se encuentra una mejor toma de nutrientes por parte del sistema radicular de la planta, mejor respuesta de las plantas a déficit de agua, mejora ante altas concentraciones de salinidad en suelos, entre otros”, detalló la funcionaria.
La directora de la DMA del PEHCBM, explicó que el injerto es una técnica hortícola que consiste en unir dos o más plantas para que parezcan crecer como una sola. “La parte superior de la planta que se injerta se llama vástago y crece sobre el sistema de raíces de la otra planta, el portainjerto”, reveló.
Asimismo, anunció que para el año 2025, se tiene programado el mejoramiento genético mediante la injertación de 5 mil plantones de especies nativas como el cacao, mango y zapote. “La visión del vivero agroforestal Ahuashiyacu, es producir plantas frutícolas existentes en la zona como el taperibal, caimito, ciruelos, cerezo, entre otros. Nos encontramos frente a la urgencia de fomentar y conservar los espacios verdes, saber apreciar los beneficios de contar con espacios naturales tanto para la recreación como para la conservación de la biodiversidad. Estos cumplen funciones vitales, como la de ser amortiguadores de los impactos ambientales en las ciudades y la de brindarnos servicios como la filtración del agua, la absorción de los ruidos y contaminantes, entre otros”, detalló Torres Mendoza.