Se consolida liderazgo nacional en producción de cacao y se alista para dar el salto hacia la industrialización
San Martín ya no solo aspira: produce el 50 % del cacao del Perú – con 20,699 t ante rivalidades como Junín (9,344 t) y Cusco (7,302 t) -, según cifras oficiales de abril 2025. Este dato encierra una oportunidad de oro: convertir la producción en una industria competitiva, sostenible y con valor agregado.
San Martín no solo lidera la producción de cacao en el Perú, sino que marca la ruta del desarrollo agroindustrial en la Amazonía. Con 20,699 toneladas registradas hasta abril de 2025 – según las Direcciones Regionales Agrarias -, la región supera por amplio margen a Junín (9,344 t) y Cusco (7,302 t), sus competidores más cercanos. Este no es un dato menor: representa una oportunidad estratégica para consolidar una agroindustria con rostro amazónico, que genere empleo digno, valor agregado y sostenibilidad.
El cacao sanmartinense es hoy mucho más que un cultivo: es símbolo de transformación productiva. De haber sido epicentro de cultivos ilícitos en décadas pasadas, San Martín ha construido un modelo alternativo basado en la diversificación, la tecnificación y el trabajo articulado entre pequeños productores, cooperativas, ONG y Estado.
El campo cambia con innovación: Muchos productores, antes dependientes de sistemas extensivos y vulnerables al cambio climático, vienen apostando por la tecnificación de sus parcelas. Sistemas de riego por goteo, manejo agroecológico del suelo, podas dirigidas y prácticas postcosecha mejoradas son parte del nuevo lenguaje del cacao sanmartinense.
“Hoy entendemos que calidad no es solo genética, es también cómo tratamos la planta, el suelo, cómo fermentamos el grano, cómo secamos y cómo llegamos al mercado”, señala Elvira Ruiz, productora de cacao fino. Ella forma parte de una cooperativa que exporta chocolate orgánico con certificación internacional.
De la chacra a la tableta: El salto que la región busca dar no es solo cuantitativo, sino cualitativo. La meta es insertar el cacao en una cadena de valor que incluya transformación local, empaque, certificaciones y posicionamiento en mercados gourmet y de comercio justo. En la región ya operan pequeñas chocolaterías, laboratorios de calidad y centros de acopio que conectan a los productores con compradores especializados.
“El futuro del cacao sanmartinense está en el valor agregado, en exportar no solo grano sino barras de chocolate, manteca, nibs y otros derivados con sello amazónico”, explica Julio Quispe, técnico de una ONG que impulsa emprendimientos juveniles con base en el cacao. Añade que el respaldo institucional debe fortalecerse para acompañar ese proceso.
Desafíos que persisten: Pero no todo es aroma a cacao. Persisten brechas importantes: acceso limitado al crédito, falta de caminos de penetración en zonas productoras, deficiente articulación entre gobiernos locales y productores, y sobre todo, la necesidad de capacitar a más jóvenes para evitar que la tecnificación dependa de agentes externos.
Además, la amenaza del cambio climático exige trabajar en variedades resistentes y en prácticas de manejo sostenible del agua y la biodiversidad. El riesgo de plagas como la moniliasis o la escoba de bruja es permanente.
Una región que enseña con su ejemplo de su gente
San Martín tiene hoy una voz autorizada en el desarrollo alternativo. Su liderazgo en cacao no es solo una cifra: es el resultado de decisiones tomadas por productores que decidieron cambiar su destino. Es momento de consolidar ese esfuerzo con una visión de mediano y largo plazo que apueste por la transformación productiva desde el territorio.
El cacao es una oportunidad histórica. Una oportunidad que huele a tierra húmeda, a esfuerzo familiar, a chocolate amargo y futuro dulce.
Exportaciones históricas
El 2024 batió récord: por primera vez, Perú superó los US$ 1,300 millones en exportaciones de cacao y derivados. De ese total, 63 % son granos, 20 % manteca, 6 % pasta y 5 % chocolates
Solo entre enero y noviembre se exportó más de US$ 1,188 M, un incremento de +203 % con respecto al año anterior Fuentes: americaeconomia.com – cocoardar.com
A nivel regional, San Martín ya aporta notablemente: cuenta con cooperativas exportadoras como ACOPAGRO, que concentra unas 6 000 t/año y figura entre los principales exportadores nacionales; Oro Verde (Lamas) y Allima Cacao (Chazuta), esta última enviando sus primeros contenedores a Italia por precios diferenciales.
Tecnificar es transformar: Avanzar con sistemas de riego por goteo, viveros de variedades finas, agroforestería, fermentación controlada y secado adecuado ya no es opcional: es urgente. En colaboración con ONG, universidades (más de 100 000 agricultores recibieron formación) y el Estado, las cooperativas integran la tecnificación como pilar de su propuesta.
Así, buscan no solo el grano fino, sino productos con valor agregado: manteca, pasta, nibs, chocolate gourmet. Al 2023, las exportaciones de chocolate alcanzaron US$ 85 M (+70 % vs 2020).
Mercado y nuevos horizontes: Los principales destinos: EE. UU., Malasia, Indonesia, Países Bajos, Bélgica y España. Pero el futuro está en Asia y Medio Oriente, donde hay demanda creciente por cacao fino y orgánico. Las certificaciones – orgánico, comercio justo, denominación de origen – son la puerta de entrada a mercados premium. La cadena G2G (gobierno–gobierno) como MIDAGRI–Sierra y Selva Exportadora está facilitando esta transformación Fuentes: agraria.pe – repositorio.usmp.edu.pe
Retos en el camino: Infraestructura rural débil en zonas de mayor producción. Falta de acceso a crédito y alto costo de certificaciones. Cambio climático: plagas emergentes, sequías y lluvias intensas. Incorporación juvenil a la agroindustria, hoy una pendiente a resolver
El reto: calidad, compromiso socio ambiental para mantener rentabilidad
En San Martín, existen 10 cooperativas dedicadas al cacao, según información de SUNAT, están distribuidas en diversas provincias de la región y algunas han logrado certificaciones orgánicas, lo que les permite acceder a mejores mercados.
Para mejorar la producción de cacao en San Martín, es crucial enfocarse en prácticas agrícolas sostenibles, manejo adecuado del cultivo, control fitosanitario y buenas prácticas de postcosecha. Esto incluye la selección de terrenos adecuados, la siembra de variedades resilientes, la implementación de sistemas de riego eficientes, el uso de fertilizantes orgánicos, la protección contra plagas y enfermedades, y la optimización del proceso de secado.
Para ingresar cacao de San Martín a la Unión Europea, se deben cumplir requisitos de trazabilidad, deforestación cero y legalidad, según el Reglamento UE 2023/1115 que entró en vigor en junio de 2023. Este reglamento busca asegurar que el cacao comercializado en la UE no provenga de tierras deforestadas después del 31 de diciembre de 2020.
En resumen, el cacao de San Martín puede ingresar a la UE si cumple con los requisitos de trazabilidad, deforestación cero y legalidad, y si se implementa un sistema de diligencia debida para mitigar riesgos. Los productores deben adaptarse a los plazos establecidos por el reglamento para garantizar el acceso continuo al mercado europeo.
Para cerrar el ciclo: es hora de acelerar
San Martín tiene todo: tierras, cooperativas fuertes, marcas locales, formación técnica y un mercado global en crecimiento. Se necesita: Ampliar tecnificación en parcelas y poscosecha. Financiar la certificación orgánica y gourmet. Consolidar cadenas productivas con transformación en la región. Promover las marcas amazónicas como sello de calidad y origen.
El cacao es hoy el motor de un sueño amazónico. La gran pregunta es: ¿Se atreverán productores, cooperativas y autoridades a apostarlo todo por el valor agregado? Porque se trata de mucho más que un cultivo: es la construcción colectiva de identidad, riqueza y futuro del hombre y la mujer sanmartinense.