Cómo afectarían a la educación superior los recientes cambios en la Ley Universitaria
“Significa un retorno a lo que sucedia con la Asamblea Nacional de Rectores y el CONAJU, que trabajaban más o menos en este mismo sistema y que ya vimos que no nos dio los resultados” Exministro de Educación, Ricardo Cuenca
El pasado martes 6, el Ejecutivo promulgó la norma que establece el carácter permanente del licenciamiento de la Sunedu y de las clases virtuales. Ricardo Cuenca, exministro de Educación, consideró que esto es «el final de la reforma universitaria» del 2014.
El mismo mártes, la presidenta de la República, Dina Boluarte, y el presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén, promulgaron la norma propuesta por el Congreso que modifica la Ley Universitaria y establece el licenciamiento permanente otorgado por la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu) ha instituciones de educación superior.
Además, la ley establece el carácter permanente de la modalidad de educación a distancia de las universidades, por lo que podrá comprender el 100 % de los créditos universitarios «siempre y cuando se utilicen tecnologías de información y la comunicación (TIC) certificadas, excepto para las carreras y especialidades que requieran realización de experimentos y prácticas presenciales».
La normativa, que modifica dos artículos de la Ley Universitaria promulgada en 2014, indica que el licenciamiento es de carácter permanente, «siempre y cuando las universidades demuestren el cumplimiento continuo de las condiciones básicas de calidad. No obstante, las universidades estarán sujetas a evaluaciones periódicas inopinadas para garantizar la calidad educativa y la transparencia en el uso de recursos públicos».
En esa línea, agrega que la referida superintendencia realizará auditorías públicas cada tres años «para verificar y/o corregir el cumplimiento de las condiciones básicas de calidad y la transparencia en el uso de recursos públicos», e incorporará un sistema de alerta temprana «que detecte posibles incumplimientos o desviaciones en las universidades».
En esa línea, agrega que la referida superintendencia realizará auditorías públicas cada tres años «para verificar y/o corregir el cumplimiento de las condiciones básicas de calidad y la transparencia en el uso de recursos públicos», e incorporará un sistema de alerta temprana «que detecte posibles incumplimientos o desviaciones en las universidades».
¿Cómo afectarían a la educación superior los recientes cambios en la Ley Universitaria?
Cabe resaltar que estas recientes modificaciones a la Ley Universitaria han sido objeto de críticas por parte de un amplio sector de la comunidad académica, debido a los riesgos que podrían representar para la calidad de la educación superior.
El exministro de Educación, Ricardo Cuenca, investigador principal del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), quien consideró que esta norma representa «el final de lo que se llamó la reforma universitaria».
Cuenca resaltó que este cambio en «la forma de entender el Sistema de Aseguramiento de Calidad» significa un retorno «a lo que había sucedido antes de la Ley Universitaria con la Asamblea Nacional de Rectores (ANC) y el CONAJU, que trabajaban más o menos en este mismo sistema y que ya vimos que no nos dio los resultados que hubiésemos querido” dijo
«Se tergiversa el sentido principal del licenciamiento, que era que, de manera recurrente, las universidades puedan demostrar que cumplen con un conjunto de condiciones básicas de calidad para operar, que no es un premio mayor, sino que es lo mínimo con lo que pueden ofrecer un servicio universitario», señaló.
«Al hacerlo de manera permanente, no solo hay un desincentivo a esta mejora y a esta supervisión permanente que debería haber. Aun cuando la ley dice que habrá unas visitas inopinadas, no se sabe qué va a pasar con el resultado de esas visitas, es decir, si se le retira el licenciamiento o no (…), pero sobre todo porque las universidades públicas van a tener un problema con el financiamiento, porque parte del financiamiento público iba dirigido al mantenimiento de condiciones básicas, a partir de las evaluaciones y el re licenciamiento», explicó.
«Hay muchos intereses particulares dentro del Congreso de un grupo de universidades que no lograron licenciarse»
Asimismo, Ricardo Cuenca consideró que detrás de estas modificaciones a la Ley Universitaria, que no son las primeras, «hay muchos intereses particulares» que operarían dentro del Parlamento.
«Lo que yo creo es que hay muchos intereses particulares colocados dentro del Congreso de la República de un grupo de universidades que no lograron licenciarse, y lejos de invertir en el licenciamiento, porque la calidad cuesta, estuvieron siempre como por las márgenes de la ley esperando que haya la oportunidad de poder transformarla, y son intereses económicos y políticos muy fuertes», indicó.