Aparentemente, pensaba decir una cosa y terminó diciendo otra, y su error terminó por desencadenar el rechazo total de políticos y académicos, quienes criticaron las declaraciones de la presidenta del Congreso, María del Carmen Alva, quien durante un evento en la ciudad de Piura dijo claramente que el Parlamento trabaja por la unidad de “blancos e indios”, lo que le valió ser considerada como racista y clasista. Por su parte, la Defensoría del Pueblo rechazó las expresiones que puedan generar discriminación al hacer alusión a aspectos raciales de personas. “Deben evitar cualquier adjetivación o estereotipos que históricamente han sido utilizados para discriminar”, señaló.
En el Perú, los términos indio y serrano se utilizan como sinónimos, y con frecuencia se consideran insultos. Pero esto no fue siempre así. Durante el periodo colonial, el término indio no estaba relacionado con una geografía en particular.
El término de indio posee generalmente en el Perú una connotación peyorativa. Hay que recordar que la categoría de indio es una construcción colonial creada en respuesta a las necesidades del proceso de colonización de conservar la oposición entre los nativos y los colonizadores.
Como sabemos, en teoría la sociedad colonial estaba organizada en dos repúblicas: la de indios y la de españoles, a las cuales se agregaba la población negra con una relación jerárquica entre las tres.
En la época colonial ser indio implica el pago de tributo, ser sometido a la mita (sistema de trabajo obligatorio) utilizado y no tener derecho a asumir los mismos cargos administrativos que los españoles o criollos.