Con frecuencia me suda la espalda y me resulta excitante esa manifestación de calor en mi cuerpo, a veces me incomoda y otras me irrita, pero siempre vuelve a suceder. “Se me quema el arroz, se me moja la canoa, se me cae el jabón. Maricón, mariposa, rarito, falladito, cabro, brócoli, pato, chivo, rosquete, amanerado, afeminado, bebita, chimbombo, loca, del otro equipo, activo, pasivo, moderno, pervertido, desviado, etc… (B.O)” Desde la comida hasta el sexo, referirnos a un gay resulta ser grotesco y en vez de enojarnos, nos termina causando gracia, como si serlo fuese una broma.
Un compañero en la primaria ya mostraba sus primeras manifestaciones homosexuales. Ahora a sus 28 años ya anda en tacones, es elegante, su estilo es único y su éxito en la moda es digno de aplaudir.
Un homosexual fue el mejor jefe que tuve, me enseñó a amar la poesía de Pizarnik. Me eleva al cielo con la literatura y me lanza al infierno con su locura. Siempre me transmite paz y ganas de vivir.
Mi tío es gay y es mi preferido, me enseñó el valor de la amistad, el respeto y en los momentos más críticos de mi juventud, su apoyo fue incondicional. En mi vida un gran porcentaje de amigos y conocidos son homosexuales y con ellos he disfrutado mejor mis días, mis noches, mis aventuras, mis sueños y la vida misma.
A una semana de la celebración del Día Internacional del Orgullo LGTBI, nada ha cambiado, la vida sigue igual y la homofobia nos viste de pies a cabeza. Si yo fornico y amo a un hombre, está bien, pero si fornicaría con una mujer ¿tendría menos valor como ser humano? Dejen de ser hipócritas, ser homosexual no es una costumbre, es una realidad.
El escándalo en Tarapoto continúa, un grupo de personas indignadas, insultadas y humilladas porque alguien tuvo la desfachatez de colgar la bandera que simboliza la comunidad LGTBI en la fachada de la Municipalidad Provincial de San Martín, lanzaron el grito al cielo, pensaron que se volverían gays al verla colgada, se persignaron, rezaron un par de plegarias, se horrorizaron, se mostraron como inquisidores queriendo quemar vivo al que lo hizo. ¡Qué hipócritas! los gobiernos se pintan por completo de corrupción y no nos hemos vuelto corruptos, es más eso ni nos indigna.
El aporte civilizado es decir que el mensaje está bien, que eso no se cuestiona, pero que se deben cumplir los procedimientos para utilizar la fachada de una institución pública, como socializarlo con el concejo, hacerlo una decisión democrática.
Así que no sean “intensos” y no quieran ganar likes sintiéndose inquisidores o “machos alfa”, porque con eso propician insultos denigrantes, tengan en cuenta que vivimos en una sociedad homofóbica y para variar, dan espacio a hart@s hipócritas que esperan que alguien diga algo para salir como aliviados a poner más gas al fuego.
Y ustedes señores políticos, no sean conchudos, porque cuando les conviene luchan por los derechos de los homosexuales, pero en el fondo piensan: “los quiero porque “ellos” son un montón (votos), pero después, de lejitos nomas”.
Me irrita ver a muchos tan indignados, me dan pena y risa, primero evalúen que calidad de personas son siendo heterosexuales, porque lo que yo observo es a muchos homosexuales con el éxito profesional y laboral que ustedes no podrán tener, porque simplemente no aman, no respetan y no son felices.
Si yo fuese lesbiana, estoy segura que mi madre me amaría igual, porque a pesar que ella creció en una familia machista, supo romper con esa herencia, entendió que eso mata. Si fuera lesbiana, tendría los mismos amigos que tengo hoy y quizás hasta más.
Así que no jodan por una bandera, ustedes no son los elegidos de Dios y no son quienes tienen que dar cátedra de vida, indígnense por tantos feminicidios, violaciones, curas pedófilos, por la corrupción que nos invade y por tanta enfermedad mental que nos está matando. ¿A mí con cortinitas de humo?.
Ames a quien ames, ama sin miedo. Disfruta, vibra y si te suda la espalda, sigue amando, porque el amor es para valientes.
Ya me mojé, amor ven y sécame la espalda, que me suda a chorros…