
Un profesor de edad avanzada mientras da su clase virtual es interrumpido por un estudiante, quien le dice que no puede escucharlo y le pide que presione determinadas teclas para activar el micrófono. Tras hacer lo que le indica su alumno, el docente queda fuera de la videollamada. En ese instante se escuchan las risas de un grupo de estudiantes como si se tratará de una gran hazaña, mientras que al otro lado de una fría computadora, un hombre no entiende lo que sucede.
Ante esta situación, los hijos del maestro denunciaron el hecho en redes sociales y defendieron a su padre:
“Mi padre es profesor universitario hace muchos años, no ha sido nada fácil para él adaptarse a esta situación extraordinaria, nunca asiste a una clase sin prepararla con rigor y en esta contingencia por Covid -19, se ha exigido mucho más en su preparación, ha trasnochado los últimos días trabajando con dedicación y disciplina para conocer mejor las herramientas digitales. Con mucha paciencia mi hermana y yo le hemos ayudado, él es muy proactivo y toma atento las recomendaciones y observaciones que le realizamos, somos su staff de colaboradores, atentos a cualquier imprevisto como para que vengan unos “hijos de p…” y le hagan algo como esto. Luego del incidente y al explicarle lo que había sucedido realmente, mi papá se sentó y nos dijo con un profundo dolor y tristeza: ‘”la educación es el servicio más extraño, la gente la paga y no la quiere recibir’”
Debo reconocer que al leer las líneas expresadas por uno de los hijos del docente, mis ojos se cargaron de lágrimas y no pude evitar sentirme mal. Es lógico, mi mamá es una docente y me hubiese puesto igual o peor en una situación como ésta.
Lamentablemente algunos no entienden la magnitud de la situación que estamos viviendo y es que debido a la contingencia por Covid-19 algunas actividades no volverán a la normalidad durante un tiempo considerable y quienes se han tenido que adaptar de un momento a otro a la tecnología son los docentes. Sin embargo ¿Alguien piensa en ellos?
Los docentes se han visto obligados a cambiar todo su sistema presencial y llevarlo al virtual. A diario hacen de todo por generar interés en sus alumnos, trabajan las 24 horas para lograr el objetivo y aun así son criticados y humillados. Humillados no sólo por los estudiantes que creen que pueden hacer “bromitas”, sino por los padres de familia que lanzan frases como:
“En esta cuarentena los padres estamos haciendo lo chamba del profesor”, “No deberían pagarles si no hacen nada en las clases virtuales”, “Ellos son los más beneficiados y los padres los perjudicados”. Para muchos padres es fácil decir cosas sin conocer desde fondo el trabajo del docente en este aislamiento social. ¡No es nada fácil!
El docente trabaja todo el santo día y lo digo con conocimiento de causa, porque veo a mi mamá desde muy temprano de la mañana hasta tarde de la noche estar pendiente de las llamadas telefónicas, conversaciones por WhatsApp y mensajes en correo electrónico, durante todo el día sin restricciones y aunque la veo agotada, nunca se queja.
Entonces ¿De verdad se están rascando la panza los docentes? Pues no. Su trabajo es mucho más intenso que antes, no solo es hacer la clase, monitorear al estudiante en su proceso de aprendizaje, solucionar sus problemas y quitarle todas las dudas que tenga, sino también es el hecho de lograr tener comunicación continúa con cada estudiante de las secciones que tiene a cargo, es decir, si son 5 secciones, el docente debe mantener comunicación con un promedio de 160 estudiantes.
Y la cosa no queda ahí, porque deben convencer a la UGEL que están trabajando para que les paguen y por ello, deben llenar formatos tras formatos en Excel, que son una tortura. Yo trato de aliviar su carga a mi madre y la ayudo, a veces pienso que será cuestión de una hora en terminar todo y no es así, es cuestión de todo el día, pero lo hago, porque siento que así ella está feliz, yo también lo estoy.
¿Siguen creyendo que los profesores son vagos? ¿Es justo que los traten como inútiles? ¿Se debe aceptar como normal que humillen a un docente por no ser un experto en tecnología? ¡NO! Solo tengo repudio para quienes creen que la labor de un docente es algo fácil, porque no lo es. Soy hija de una docente, antes de la cuarentena he visto a mi madre sacarse el ancho por sus estudiantes y ahora durante ésta cuarentena la sigo viendo trabajar, quizás el triple de lo que antes lo hacía, incluso hasta cuando estamos almorzando está pensando en cómo hacer para que sus alumnos y sus padres se adapten a ésta nueva estrategia y además de ello tomen conciencia del momento de emergencia sanitaria que estamos viviendo.
Así que, un aplauso para mi mamá y para todos los docentes con vocación de servicio. Y tú, padre o madre, disfruta del tiempo con tus hijos, no te quejes, es momento de estar en familia.
La educación lo es esto. Con educación logramos cambios en hábitos de limpieza, conciencia ambiental, fortalecemos nuestros valores como ciudadanos y ello sin duda alguna nos llevará a ser personas integrales y solo así podremos reincorporarnos en un mundo mejor
Con educación podemos lograr que hayan menos jovencitos malcriados y más seres humanos con cerebro, sentimientos y decencia.
Un abrazo fraterno para “el docente de la broma”, lo respeto y admiro por perdonar a esos jovencitos que se creen bacancitos. Sin duda hay muchos a los que les falta grandes dosis de educación.
En el Perú parece que ser docente es una broma… Espero que llegue el día en el que un maestro gané más que un político y tenga el respeto que se merece.



