El descontento ciudadano por nuestro congreso es cada vez mayor, culpándoseles de crisis políticas y sociales que atraviesa el país, y no sólo por las últimas etapas electorales, esto viene a formar parte de nuestra historia republicana. Considerando cierto aquello ¿por qué es incidente la elección de congresistas incapaces y de poco carácter para afrontar crisis y hacerlas frente con trabajo fiel a nuestra necesidad social democrática?
Para ser congresista en Perú, que posee un ingreso económico gratamente cómodo (sueldo promedio de 26 mil soles y cerca de 35 mil soles más para gastos generales de despacho), y tener cierto poder de gestión en todo el país por un periodo de 5 años, no necesitas más que ser peruano de nacimiento, tener más de 25 años de edad, el derecho a sufragar y estar inscrito en RENIEC; y de esa manera conseguir facultad para legislar, representar y fiscalizar, también participar en la elección de autoridades importantes del Estado, como el Contralor de la República, los miembros del Tribunal Constitucional, entre otros. Con este cargo se desprenden decisiones cruciales para la estabilidad social-política de todo el país, afectándonos para bien o mal a millones de peruanos. Por lo tanto, es importante que la elección de congresistas por la ciudadanía sea consciente, con buen criterio, y que exista opciones de calidad del cual elegir, es decir dependemos mucho del filtro en los candidatos, su exposición con mucha crudeza hacia el votante.
Afirmaciones como: “el congreso es nido de ratas”, “ellos no trabajan”, “no hacen nada por ayudar a sus regiones”,etc; ¿Y si no saben cómo hacerlo?, tal vez votaste por un congresista que era, sin menospreciar, un campesino rondero de buen carisma, que una vez en el cargo, no supo como gestionar el poder que adquirió, siendo vulnerable de creer y hacer todo lo que le dicen al oído, por no haber tenido una preparación más exigente, no tendrá mucho argumento con que debatir y el votante solo tendrá razones para quejarse por improvisaciones parlamentarias.
Entonces, ¿Cómo confiar plenamente en la gestión del poder adquirido de un congresista que no tiene ninguna preparación profesional y necesita más de asesoría que de sus propios conocimientos?, es claro que un parlamentario tiene que conocer la realidad del territorio de representación y la de todo el país, para así defender sus claras luchas; si bien se consigue con aquellos que viven de cerca esa realidad, pero muchos de ellos no se encuentran capacitados para la exigencia del trabajo congresal, y recién aprenden en el camino, generando poca buena productividad y más gasto; ni secundaria completa se exige, entonces no se puede ignorar el hecho que una persona capacitada tiene mayor garantía de moverse bien en el ámbito político. Cuán importante es saber gestionar los recursos que tienen en sus manos, tener argumentos claros de trabajo. No solamente es comprar la imagen popular que un candidato vende, ya sea de rondero luchador, campesino y profesor, cantante popular, actor y comediante, etc. También debe considerarse si ese alguien una vez que gane curul sabrá como ejecutar sus ideas en bien social. Entonces debiésemos considerar requisito elemental para ser candidato, por ejemplo, haber llevado mínimo un curso de gestión pública autorizada por el estado.
Me parece razonable la iniciativa legislativa de la congresista Adriana Tudela, propuesta el pasado mes de marzo, de reducir el periodo congresal de 5 años a 2 años y medio con opción de reelección, es decir a corto tiempo pueden ser evaluados por la ciudadanía y consideran que su representante si merecen continuar en el cargo. Así habría una mejor exposición sobre el trabajo parlamentario.