“Uno diría que está loco, pero no podemos negar que tiene vocación de servir y de hacer un mundo mejor. Se revuelve contra la injusticia, defiende a los débiles y los desfavorecidos” señala el crítico David Hernández sobre don Quijote de la Mancha, lo mismo que han aseverado sobre Pepe Mujica, el “viejo loco”, como él mismo se dice.
Mujica, el expresidente uruguayo, es un loco porque, a pesar de pasar casi 14 años en prisión y tener 9 perforaciones de bala, sigue confiando en el ser humano. Cree que la vida es hermosa, aunque asume que la está perdiendo por el cáncer de esófago que padece, pero afirma “me voy a morir feliz porque la gasté luchando, soñando, no solo consumiendo” además, porque “hay jóvenes que continuarán la lucha por un mundo mejor”.
A sus casi 90 años aconseja que “hay que darle sentido a la vida, tener una causa para vivir: investigar una molécula, el deporte, arte, mejorar la sociedad, que lo elija uno, no que se lo impongan. Sino te haces la pregunta [sobre tu vida], el mercado se va a encargar y te pasarás la vida pagando cuentas, comprando cosas y así hasta que vayas envejeciendo”.
Pepe recalca: “la humanidad necesita trabajar menos, tener tiempo libre para vivir, gozar la vida, activar los afectos, para las relaciones humanas, los hijos; ¿por qué hay que cambiar el auto o la heladera? Cuando compramos algo, no lo compras con plata, lo compras con el tiempo de vida que tuviste que gastar para tener esa plata, pero la vida se gasta y es miserable gastar la vida para tener esa “libertad”. Solo eres libre cuando escapas a la ley de la necesidad”.
Lucía Topolansky y su esposo Pepe viven en su chacra de la cual no se mudaron cuando él fue presidente, incluso donaba el 90% de su salario a indigentes y a pequeños empresarios, a la vez que alentaba y cuidaba el clima de inversión resaltando que “necesitamos empresas que prosperen, que puedan pagar impuestos y generar riqueza”.
«¿Qué es lo que le llama la atención al mundo? ¿Qué vivo con poca cosa, una casa simple, que ando en un autito viejo, esas son las novedades? Entonces este mundo está loco porque le sorprende lo normal. No es apología de la pobreza sino apología de la sobriedad”, dijo tras haber sido considerado el presidente más pobre del mundo “no soy un presidente pobre, soy sobrio, liviano de equipaje, vivir con lo justo para que las cosas no me roben la libertad. Pobres son los que tienen más y precisan mucho, y continúan diciendo que no les alcanza nada”.
El título del artículo también es una frase suya, a la par subraya que “los derrotados son solo aquellos que dejan de luchar” por eso les repite a los jóvenes que «la vida es hermosa y se gasta y se va. La cuestión triunfal en la vida es volver a empezar cada vez que uno cae, vivir no es solo recibir, es dar algo de lo que tienes, aunque estés jodido siempre tienes algo para dar a los demás”.
Las preguntas de la coreana Han Kang, en su discurso al recibir el Nobel de literatura, “¿Por qué el mundo es tan violento y doloroso? Y sin embargo,
¿Cómo puede ser tan bello?” recuerdan a Mujica que salió sin rencores del tiempo de prisión y aislado por la dictadura de su país, porque aprendió a disfrutar del yo interior “a entender que la única cosa milagrosa que hay para cada uno es haber nacido, vivir esta aventura de la vida. No hay nada más grande que la oportunidad de vivir”.
Para defender la libertad, la democracia, preocuparse por la vida y la salud del planeta Mujica declara que “nadie se salva solo, la salvación siempre es colectiva” como expuso Harari, uno de los pensadores más influyentes del mundo, en su último libro “el poder siempre surge de la cooperación entre un gran número de personas”. Entonces ya está dicho, para ganar la plenitud de nuestra existencia, unámonos.
Oswaldo Diaz Chávez
Periodista y Docente de Literatura