En un evento reciente que pasó inadvertido para muchos, pero que resulta crucial en la búsqueda de soluciones para la creciente crisis del agua, ha sido lo realizado en la Cámara de Comercio, Producción y Turismo de Tarapoto escenario de una importante discusión sobre la escasez hídrica en la región. Lugar donde Jaime Rengifo, vicepresidente de la Cámara, destacó la urgencia de asegurar el suministro de agua para los próximos 50 años. «Es necesario convertir los proyectos en realidades, y para eso se requiere una acción coordinada entre todos los actores: sociedad civil, empresa privada, gobiernos locales, regionales y nacional», afirmó.
El evento giró en torno al Proyecto de Infraestructura Natural para la Seguridad Hídrica, una iniciativa impulsada por USAID Perú, Forest Trends y la Embajada de Canadá en Perú y Bolivia. Esta estrategia busca enfrentar la crisis climática mediante la restauración y conservación de ecosistemas, asegurando así el suministro de agua a largo plazo.
Donde a su turno, Fernando León Morales, Director Adjunto de Forest Trends, conversó con Voces sobre el impacto de la crisis climática en la Amazonía y el resto del país. «La infraestructura natural para la seguridad hídrica es una respuesta viable para adaptarnos a esta nueva realidad. Recuperar ecosistemas puede generar servicios hídricos esenciales y garantizar su sostenibilidad a largo plazo», explicó León Morales.
El proyecto actualmente impulsa inversiones en seis cuencas priorizadas, con más de 80 iniciativas en marcha. «Si logramos restaurar los ecosistemas, toda la cadena de valor relacionada con el uso del agua se verá beneficiada», añadió.
Empresas como Angloamerican, Coca-Cola y Mitsubishi, así como ministerios clave como Vivienda, Agricultura y Ambiente, han sumado su apoyo a esta iniciativa. Además, universidades, gobiernos regionales y las EPS (Empresas Prestadoras de Servicios de Saneamiento) también están involucrados en la implementación de estos proyectos.
León Morales subrayó que la participación del sector privado en la protección de los ecosistemas no es solo una cuestión de responsabilidad social, sino también de mitigar riesgos derivados de su dependencia del agua. «Las empresas están cada vez más impulsadas por acuerdos internacionales, regulaciones gubernamentales y la necesidad de asegurar el acceso a recursos hídricos», señaló.
El proyecto se ejecutará a través de la plataforma «GIRO», un sistema de información geográfica que identifica áreas críticas para la recuperación de la infraestructura natural. Las inversiones se realizarán mediante obras por impuestos, inversión pública y donaciones privadas, con montos que van desde los 15 mil hasta más de un millón de dólares.
La infraestructura natural hídrica ofrece soluciones que van más allá de la simple gestión del agua: proporciona servicios de regulación climática, secuestro de carbono y control de inundaciones, contribuyendo a que las comunidades sean menos vulnerables ante el cambio climático.
En definitiva, el evento organizado por la Cámara de Comercio de Tarapoto no sólo puso sobre la mesa la urgente necesidad de soluciones sostenibles para la crisis hídrica, sino que también evidenció que la infraestructura natural es una estrategia clave para enfrentar los desafíos del cambio climático. La participación activa del sector privado y de diversas instituciones es un paso alentador hacia un futuro más resiliente. Sin embargo, el verdadero desafío será transformar estas iniciativas en acciones concretas y sostenibles a largo plazo, involucrando a las comunidades locales y garantizando que los recursos lleguen a donde más se necesitan. Solo a través de una colaboración efectiva y continua entre actores públicos, privados y la sociedad civil será posible asegurar un abastecimiento de agua confiable y preservar los ecosistemas que lo hacen posible. (César Gonzaga)