El suboficial de tercera Jair Lamec Tuanama Tuanama, de 34 años, atraviesa una dura situación de salud luego de ser diagnosticado con hemoplasmósis, una enfermedad que afecta el sistema nervioso central y le ha provocado una discapacidad motriz irreversible. Desde hace varios meses, este agente de la Policía Nacional había estado luchando para obtener una pensión vitalicia, ya que su estado físico le impide seguir en funciones activas.
Tuanama contrajo el virus mientras cumplía funciones en la Comisaría de Pacayzapa, en la provincia de Moyobamba. En ese entonces, comenzó a presentar síntomas que con el tiempo se agravaron. Pese a haber servido durante una década en la Policía Nacional, fue cesado de sus funciones y perdió el acceso a su salario mensual, lo que agravó su situación económica y familiar.
Gracias a la intervención gratuita del abogado John Sander Alegría Angulo, el caso fue retomado por las instancias correspondientes. Durante varios meses se presentaron recursos y se apelaron decisiones que negaban la pensión al suboficial, hasta que finalmente se logró el reconocimiento de su condición como permanente e incompatible con el servicio activo.
Este mes de julio, Jair Tuanama fue convocado a la ciudad de Tarapoto, donde se le comunicó oficialmente que comenzará a recibir una pensión vitalicia. Él, junto a su familia, viajó desde la comunidad de Nauta, en el distrito de San José de Sisa, provincia de El Dorado, para recibir la buena noticia que le devolverá cierta estabilidad económica.
El suboficial, visiblemente emocionado, agradeció a quienes hicieron posible este logro, especialmente a su abogado, quien continúa gestionando otros beneficios complementarios, como el acceso a programas de salud especializados y ayudas técnicas para mejorar su calidad de vida. Su caso se ha convertido en un ejemplo de persistencia y de la necesidad de un mayor respaldo institucional para los agentes que quedan en situación de vulnerabilidad tras años de servicio. Por: Hugo Anteparra