Infraestructura pionera permitirá producir hasta 3 toneladas de controladores biológicos y 12 mil litros de biofertilizantes al año, fortaleciendo la agricultura sostenible en territorios indígenas del Alto Mayo.
Las comunidades awajún del Alto Mayo marcaron un hito en la articulación entre ciencia, conservación y desarrollo sostenible con la inauguración oficial del Laboratorio de Microbiología y Biotecnología Vegetal en la Comunidad Nativa Huascayacu, una iniciativa pionera en territorios indígenas que busca mejorar la productividad agrícola mediante el uso de bioinsumos, fortalecer la economía local y contribuir de manera directa a la conservación del bosque amazónico.
El laboratorio se enmarca en la iniciativa Tajimat Pujut (buen vivir) y cuenta con la capacidad de producir anualmente hasta 3 toneladas de controladores biológicos de plagas y 12 mil litros de biofertilizantes, destinados a una agricultura orgánica que reduzca el uso de químicos y preserve la salud de los suelos y ecosistemas.
La propuesta nació en 2024 con el objetivo de optimizar el cultivo de vainilla amazónica a través del control biológico y la fertilización natural, respaldada por investigaciones científicas sobre microbiota benéfica. Tras los resultados positivos obtenidos en campo, en 2025 el proyecto se amplió para atender aproximadamente 1,000 hectáreas de cultivos de cacao, café y vainilla, contribuyendo a la restauración del paisaje, la reducción de la deforestación y el fortalecimiento de sistemas productivos sostenibles en territorios comunales.



La ceremonia de inauguración contó con la participación de Ernesto Jiukam, jefe de la comunidad; Wilfredo Tsamash, presidente de la Federación Regional Indígena Awajún del Alto Mayo – FERIAAM; Luis Espinel, vicepresidente y director ejecutivo de Conservación Internacional Perú; el director de la oficina del Instituto Nacional de Innovación Agraria – INIA San Martín; y Dino Cabrera, representante del socio implementador IICARO, además de autoridades locales y aliados estratégicos.
“Este laboratorio es un gran sueño cumplido, una muestra más de que la ciencia es una herramienta para la conservación de nuestros bosques. Con los controladores de plagas y biofertilizantes que produciremos aquí queremos seguir apostando por una agricultura orgánica que no contamine los suelos y nos ayude a recuperar el valor de nuestro territorio”, afirmó Wilfredo Tsamash, presidente de la FERIAAM, organización impulsora de Tajimat Pujut, iniciativa que busca restaurar y conservar más de 230 mil hectáreas de bosques comunales awajún a través de actividades productivas sostenibles como el cacao, el café y la vainilla amazónica.
Como parte del programa, se realizó un recorrido por las áreas especializadas del laboratorio, entre ellas las zonas de incubación, masificación y bioreactores. Durante la visita, guiada por Sherry Jiukam, asistente awajún del laboratorio, se explicó que la producción de hongos y bacterias benéficas funciona mediante una relación de simbiosis con las plantas, en la cual estas secretan sustancias que benefician a los microorganismos, mientras que estos contribuyen al control efectivo de plagas y enfermedades. Además, cumplen funciones clave como regular el pH del suelo, acelerar la descomposición de la materia orgánica y facilitar la absorción de minerales, mejorando la salud y productividad de los cultivos.
La jornada concluyó con la presentación de una danza tradicional awajún y un almuerzo preparado por la propia comunidad. Más allá de su valor tecnológico, el nuevo laboratorio representa una plataforma de articulación entre comunidades nativas, Estado, sector privado y academia, consolidando un modelo de desarrollo basado en el buen vivir (Tajimat Pujut), la resiliencia territorial y la defensa activa del bosque amazónico en el Alto Mayo.



