La madrugada del viernes, el barrio Huayco de Tarapoto fue escenario de un devastador incendio estructural que dejó un saldo trágico: la muerte de un niño de tan solo 9 años y la destrucción de múltiples viviendas. El menor, estudiante de la Institución Educativa Especial 001, fue hallado calcinado por los bomberos, al no lograr escapar a tiempo del siniestro. Su pérdida ha conmocionado profundamente a la comunidad, que hoy se une para apoyar a las familias damnificadas.
El fuego se propagó con rapidez entre las casas ubicadas en la cuadra 6 del jirón Ricardo Palma y la cuadra 3 del jirón Progreso. Siete viviendas resultaron afectadas, de las cuales cuatro quedaron completamente inhabitables y tres sufrieron daños severos. Numerosas familias lo perdieron todo y hoy enfrentan la dura tarea de reconstruir sus vidas desde cero.
La respuesta inmediata de los bomberos voluntarios, la Policía Nacional, el serenazgo y el personal de salud fue clave para controlar la emergencia. En total, 19 bomberos y más de 20 agentes policiales lucharon contra las llamas. El personal de Defensa Civil y serenazgo colaboró en la evacuación y rescate de pertenencias, en medio del caos.
Una acción que destacó fue la de la suboficial de segunda Greeicy Azucena González Tuesta, quien, al pasar por el lugar, no dudó en arriesgar su vida para rescatar a dos menores y salvar un vehículo que estaba por incendiarse. Su valentía se ha convertido en un símbolo de esperanza en medio del dolor.
La tragedia también tocó a la comunidad educativa. La directora de la I.E.E. 001, profesora Teodosia Alegría Arévalo, acudió al lugar para brindar apoyo a la madre del menor fallecido, una madre soltera con tres hijos, que ahora enfrenta la pérdida de uno de ellos en circunstancias desgarradoras. El cuerpo del niño fue trasladado a la morgue de Tarapoto y luego entregado a su familia, que lo vela en una vivienda cercana al lugar del desastre.
Hasta el momento, no se ha determinado el origen del incendio ni el monto total de las pérdidas materiales. Sin embargo, la magnitud del daño ha dejado una profunda huella en la comunidad. Diversas organizaciones y vecinos ya se han movilizado para recolectar donaciones de ropa, alimentos y materiales de construcción en apoyo a los damnificados.
Se hace un llamado urgente a la ciudadanía y a las instituciones solidarias para sumarse a esta cruzada de ayuda. Asimismo, urge que las autoridades refuercen campañas de prevención de incendios, promoviendo una cultura de seguridad en los hogares y espacios públicos.
Mientras continúan las investigaciones para determinar las causas del siniestro, la solidaridad y el compromiso colectivo deben prevalecer. La pérdida de un niño y la destrucción de hogares no solo representan una tragedia individual, sino también un llamado urgente a la acción y la conciencia comunitaria.
Tarapoto clama por justicia, apoyo y prevención. La mejor respuesta ante la adversidad es la solidaridad de todos.
Por: Hugo Anteparra