De lo contrario, corremos el riesgo de perder ambas batallas.
De lo contrario, corremos el riesgo de perder ambas batallas.
La pandemia desnudo otros males igual de nocivos para la sociedad: la desatención de décadas de los servicios básicos, la alta informalidad que corroe los cimientos de la sociedad peruana, la ineficiencia y corrupción han continuado en la pandemia y que pueden tirar por la borda cualquier proyecto de cambio y de buenas intenciones.
Son dramáticas la situación de los hospitales, del personal sanitario, equipos médicos y la falta de medicinas. Necesitamos una gran inversión para mejorar los servicios de salud públicos.
De acuerdo con datos de la Procuraduría Anticorrupción, se han registrado 724 casos de corrupción en medio de la pandemia investigados por la Fiscalía. De estos, 448 casos corresponden a municipios provinciales y distritales, 124 a gobiernos regionales, 93 denuncias contra la Policía Nacional y 20 contra el Ministerio de Salud, entre otros. La Contraloría General también ha emitido 5,140 informes de control frente al covid-19.
Asimismo, tenemos que revalorar servicios esenciales en la sociedad como la labor del personal de salud, Fuerzas Armadas, Policía Nacional, personal de limpieza, campesinos, agricultores, proveedores de alimentos y profesores. También revaloremos la participación ciudadana y la solidaridad masiva demostrada frente a la pandemia. La ciudadanía juega un rol vital frente al coronavirus y la corrupción. Fortalezcamos la labor de la sociedad y de los funcionarios honestos frente a la corrupción.