El sistema de Ricardo Gareca está diseñado para jugar respetando la historia del fútbol peruano.
A lo largo de su proceso hemos ganado partidos tocando, cuidando la pelota con mucho criterio y“matando” en los momentos precisos.
En Rusia 2018 no será la excepción. El 4-2-3-1 ya está en el pizarrón y durante estos días de entrenamiento en la Videna, el “Tigre” no hace más que pulir algunos detalles.
Dinamarca, Francia y Australia son selecciones que juegan fuerte, el biotipo de sus jugadores es imponente, por eso la apuesta del comando técnico de la Selección Peruana es jugarles de contragolpe. Esperarlos bien agrupados en nuestro campo, recuperar la pelota y cederla a los hombres con mejores características para agarrarlos mal parados.
La velocidad de Carrillo, la picardía de Cueva, la sapiencia de Flores y la capacidad goleadora de Farfán serán las armas para dar el golpe en la máxima fiesta del balompié. Ayer el “Tigre” le puso énfasis a esta estrategia que ya nos ha dado buenos resultados.
El once de la Selección Peruana con el 4-2-3-1: Gallese; Advíncula, Ramos, Rodríguez, Trauco; Tapia, Yotún; Carrillo, Cueva, Flores; Farfán.