Con gran despliegue periodístico –como debe de ser—el diario Voces recoge la denuncia que valientes ciudadanos presentaron en contra del alcalde dl distrito de Morales, Prof. Hugo Meléndez Rengifo y otros funcionarios por omisión de funciones relacionado a los ruidos molestos y contaminación sonora que se producen en discotecas que funcionan en dicho distrito. De repente, también, algún colectivo se sume para denunciarlos por permitir la destrucción del medio ambiente en el tramo de la carretera a San Antonio que se va llenando de centros comerciales y viviendas sin respetar los espacios o franjas marginales y están dejando a los ciudadanos sin la belleza del paisaje, además de haber eliminado hermosos bosques y arboledas, lo que hace de esa carretera y los alrededores solo lugares yermos y sin belleza. Tal vez no sea culpa solo del alcalde, sino de la gente que le acompaña.
Estamos seguros que a raíz del clamor de los ciudadanos Kennedy Pacífico Farje Alva, Fredy Alvarado Linarez, Lelis Angélica del Castillo Tuanama y Karin Janeth del Águila Arévalo –a quienes debemos reconocerles su valentía y su espíritu ciudadano—van a producirse otras demandas porque a todos nos consta que el deterioro del territorio es de responsabilidad de los alcaldes que no han tenido inteligencia ni criterio para cumplir sus roles de gestores del desarrollo local y algunos son realmente analfabetos porque no han llegado a comprender el espíritu de la Ley Orgánica de Municipalidades. Por ejemplo, ningún alcalde, y menos el actual, conoce la problemática de la urbanización del Fonavi, donde malos vecinos se han apropiado de las áreas verdes y están construyendo desde la misma acera sin respetar las áreas de los jardines exteriores. Aquí, el profesor Meléndez y quiénes han dado las autorizaciones de construcción para hacerlo, van a tener otro problema, aparte del que los ciudadanos ya tenemos.
La finalidad de “los gobiernos locales son los de representar al vecindario, promover la adecuada prestación de los servicios públicos locales y el desarrollo integral, sostenible y armónico de su circunscripción”, dice sus norma orgánica, responsabilidad de la que los alcaldes han abdicado, por lo que deberían ya ser denunciados junto a sus funcionarios ambientales y los regidores, quienes no han sabido cumplir con sus funciones y están dejando totalmente destruidos sus territorios donde han promovido un proceso urbanizador perverso con lotes para viviendas de 5 x 15 metros, para sacarle mayor ganancia a los terrenos, como se observa en el medio y bajo Cumbaza y ambos lados de la carretera a Lamas, lo que significa que dentro de diez años ya no tendremos áreas para cultivar la tierra. ¿Los culpables? ¡Los alcaldes!
Necesitamos promover y hacer extensivo, antes que sea tarde, un clamor ciudadano para que los alcaldes y regidores asuman sus responsabilidades y sancionar y sentenciarlos porque han sido los causantes de la desgracia ambiental y la destrucción de la calidad de vida de la gente privilegiando el utilitarismo del dinero fácil y permitido el descalabro y transigido con el caos. (Comunicando Bosque y Cultura).