La región San Martín enfrenta un incremento sostenido de casos de tosferina, una enfermedad altamente contagiosa que afecta a personas de todas las edades, pero que se vuelve especialmente peligrosa en niños menores de un año. Así lo informó Roxana De los Milagros Peralta Delgado, licenciada en Enfermería, Responsable de la Unidad Especializada de Vigilancia Epidemiológica de la Dirección Regional de Salud San Martín quien advirtió que la detección tardía y la falta de vacunación siguen siendo los principales factores de riesgo.

Según el informe epidemiológico actualizado, la región registra 75 casos entre probables y confirmados, de los cuales 16 han sido verificados por laboratorio. Las zonas con mayor incidencia son los distritos de Tarapoto, Morales, La Banda de Shilcayo y Cacatachi, así como los distritos de Lamas (Shanao) y la provincia de Tocache.

Una enfermedad que inicia como una gripe, pero puede volverse mortal. La tosferina suele empezar como una infección respiratoria común —moquitos, malestar general, con o sin fiebre—, pero a las dos semanas el cuadro se complica con una tos persistente, que impide el descanso y la lactancia, y que incluso puede provocar vómitos. En casos severos, los niños presentan el característico “gallo”, un silbido agudo al inhalar, y una coloración azul en labios y mucosas por la falta de oxígeno.

Estos signos ameritan atención inmediata, pues pueden derivar en neumonía y riesgo de muerte si no se tratan oportunamente. En la región se han reportado cuatro fallecidos, aunque solo uno está confirmado, un bebé de un mes en el distrito de Shanao, cuya madre no había recibido la vacunación correspondiente durante la gestación.

Centros de salud con capacidad, pero el problema es la tardanza en acudir. Peralta Delgado sostuvo que la red de salud regional sí cuenta con capacidad para atender los casos, siempre que los menores lleguen a tiempo. Sin embargo, advirtió que la automedicación y la demora de los padres pueden agravar el cuadro y complicar la evolución del niño.

Cerco epidemiológico y vacunación casa por casa. Ante la detección de un caso probable, los equipos de epidemiología, inmunizaciones y laboratorio despliegan un cerco epidemiológico de 121 manzanas, visitando casa por casa para identificar posibles contagios y actualizar los esquemas de inmunización.

En estas intervenciones se aplican:

• Vacuna pentavalente a los 2, 4 y 6 meses.
• Refuerzos de DPT al año y medio y a los 4 años.
• Vacuna DPTA para gestantes entre las 20 y 36 semanas.

Los contactos cercanos son monitoreados durante 21 días, y cualquier sintomático recibe atención inmediata y toma de muestra.

La principal recomendación: completar el esquema de vacunación. La especialista enfatizó que la forma más eficaz de prevenir la tosferina es completar el esquema de vacunación. Además, recomendó mantener la higiene respiratoria, ventilar ambientes, usar mascarilla cuando hay secreciones y evitar visitas o salidas del niño enfermo.

Finalmente, hizo un llamado a los padres: “Si el niño tose demasiado, deja de lactar, se pone azul o parece que deja de respirar, deben llevarlo de inmediato al establecimiento de salud. No lo automediquen”.