Consternación en la ciudad de Yurimaguas por el hallazgo del cuerpo sin vida de una adolescente de 15 años, ocurrido la tarde del viernes en una vivienda abandonada del Asentamiento Humano Miguel Irizar. El trágico suceso fue descubierto por los propios familiares de la menor, quienes encontraron su cuerpo colgado de una cuerda dentro del inmueble en desuso.

Según versiones de personas cercanas a la joven, ella atravesaba un periodo de profunda tristeza y frustración desde que su padre fue encarcelado, situación que habría afectado seriamente su salud emocional. Durante las diligencias correspondientes, agentes de la Policía Nacional hallaron un teléfono celular junto al cuerpo, el cual podría proporcionar pistas clave para comprender las circunstancias que rodearon la muerte de la adolescente.

Este lamentable hecho vuelve a poner sobre la mesa la urgente necesidad de prestar atención a la salud mental de niños, niñas y adolescentes, especialmente aquellos que viven en contextos de vulnerabilidad social y emocional. Especialistas en salud mental advierten que muchos adolescentes enfrentan crisis internas sin recibir el acompañamiento necesario por parte de su entorno.

Profesionales recomiendan a padres, docentes y cuidadores estar atentos a señales como el aislamiento, cambios bruscos de comportamiento, expresiones de desesperanza o disminución del rendimiento escolar. Además, recuerdan que existen líneas telefónicas y servicios públicos y privados de apoyo psicológico disponibles en todo el país.

Este trágico desenlace debe interpretarse como un llamado de alerta para reforzar las estrategias de prevención, contención emocional y acceso a servicios de salud mental, particularmente en zonas donde la oferta es escasa y las familias carecen de recursos para atender estos problemas de forma oportuna.