Por: Beto Cabera Marina
Libertad para construir y formar ciudadanía; libertad NO para la extorsión, NO como herramienta para el negociado, libertad NO como “punta de lanza” para negocios sucios con la venia y padrinazgo de quienes dicen “hacer justicia”
Este 3 de mayo se cumplen 30 años desde que la Asamblea General de las Naciones Unidas estableció en 1993 el Día Mundial de la Libertad de Prensa, en coincidencia con el aniversario de la Declaración de Windhoek sobre el pluralismo y la independencia de los medios de comunicación.
En nuestro contexto, sirva para reflexionar sobre el real significado de esta libertad, libertad que es materia de controversias, libertad para comunicar, para construir y hacer ciudadanía; libertad NO para la extorsión, NO como herramienta para el negociado de algunos dueños de un medio de comunicación que usa esta libertad como “punta de lanza” para negocios sucios en todos los niveles de la autoridad y con la venia y padrinazgo de quienes dicen “hacer justicia” o instituciones que legalizan la ilegalidad. Ese NO es ni ha sido la verdadera razón de la Libertad de Prensa.
Este año, las Naciones Unidas hacen un llamamiento a poner en el centro la libertad de prensa, así como unos medios de comunicación independientes, pluralistas y diversos, como factor clave para disfrutar de todos los demás derechos humanos.
Por prensa independiente se entiende una prensa sobre la cual los poderes públicos no ejerzan ni dominio político o económico, ni control sobre los materiales y la infraestructura necesarios para la producción y difusión de diarios, revistas y otras publicaciones periódicas. Y por prensa pluralista, la supresión de los monopolios de toda clase y la existencia del mayor número posible de diarios, revistas y otras publicaciones periódicas que reflejen la más amplia gama posible de opiniones dentro de la comunidad.
La Declaración Universal de Derechos Humanos en su artículo 19 reconoce a la libertad de opinión y de expresión como un derecho humano fundamental. Es necesario implementar políticas públicas y medidas eficaces que alienten la libertad de expresión, así como la libertad de prensa, la promoción de medios independientes y plurales, y la protección de la integridad y la seguridad de profesionales de la comunicación.
Al mismo tiempo, este día promueve la reflexión en torno a la necesidad de combatir la desinformación y los discursos de odio, ambas prácticas amplificadas por las nuevas tecnologías y redes sociales.
En este Día Mundial de la Libertad de Prensa, desde VOCES renovamos nuestro compromiso con la sociedad, de ser la voz de los que no lo tienen, destacamos la necesidad de apoyar y defender la libertad de prensa y el pluralismo de las voces del hombre y mujer del campo y de la ciudad y del campo, como elementos fundamentales para fortalecer la democracia y promover y proteger los derechos humanos.