La vacancia presidencial está en camino y es lo que ahora “distrae” al Legislativo y Ejecutivo en general, dejando de lado los verdaderos intereses de los peruanos.
Si bien es cierto no queremos gobernantes mentirosos, que lo único que buscan es el bienestar personal, sería bueno analizar cuántos están en la misma condición.
La corrupción, y eso no es un tema nuevo en nuestro país, está en todas las instancias, desde las más pequeñas hasta las más grandes, sino veamos los líos que se presentan, por ejemplo, en las Asociaciones de Padres de Familia (APAFA), cuando sin ningún escrúpulo mal utilizan las aportaciones de los padres y madres de familia.
Además, ya no es la primera vez que pedimos que se cierre el Congreso, “que se vayan todos”, es la voz que escuchamos, pero no nos damos cuenta que los congresistaS están ahí “gracias” al voto ciudadano y por una ley que el propio Poder Legislativo no quiere debatir.
El jueves tendremos un nuevo show en el hemiciclo, con un debate al que ya nos acostumbramos, seguro tendremos insultos, veremos cómo unos a otros se culpan de la desgracia que tenemos en nuestra clase política.
Eso no pasa por no saber votar o por simplemente permitir que los gobernantes no cumplan con sus promesas electorales, lo cual está penado, pero a la fecha no vemos sanciones por la demagogia que nos impera.
La vigilancia ciudadana es casi nula, ahora solo se hace a través de las redes sociales de que nada sirve, pues las actitudes personales también dejan mucho que desear cuando de alguna forma buscamos sacarle la vuelta a las leyes y normas. Los responsables mayores: nosotros, los electores.