Una fuerte disputa por el acceso al agua potable se vive desde hace varios días entre los vecinos de las zonas Esperanza y Fortaleza del río Cumbaza, ubicadas en la parte baja del asentamiento humano 10 de Agosto, en Tarapoto. El conflicto surgió luego de que algunas familias comenzaran a recibir conexiones domiciliarias, mientras que otras se oponen rotundamente a este beneficio alegando desigualdad.
Iris López Rojas, vecina y dirigente de la zona, explicó que todos los moradores están al tanto de que sus viviendas se encuentran dentro de la faja marginal, motivo por el cual hace cinco años se les informó que no podrían acceder a conexiones formales de agua potable. Como solución alternativa, se les instalaron piletas públicas, las cuales han venido utilizando hasta ahora.
Sin embargo, la situación cambió la semana pasada, cuando una empresa de servicios llegó al lugar para instalar una tubería matriz y comenzar a conectar a algunos domicilios. Este hecho generó la indignación de varias familias, que consideran que, si unos vecinos van a recibir el servicio, todos deberían tener el mismo derecho, especialmente ante la urgente necesidad de agua potable.
Durante una protesta registrada el sábado, se produjo una pelea entre los propios vecinos. Lucy Pinchi Pinchi, una de las moradoras, resultó con arañones en el cuello y la cara al oponerse a la instalación de nuevas conexiones, ya que, según dijo, al desviar el agua a las casas conectadas, se verán perjudicadas las familias que dependen de las piletas públicas para abastecerse del líquido vital.
El conflicto aún no ha sido resuelto y los vecinos que se sienten excluidos han manifestado que no permitirán más trabajos de conexión de agua potable hasta que se garantice el acceso equitativo para todos los moradores de la zona. Ante ello, solicitan la intervención de las autoridades para encontrar una solución justa que evite nuevos enfrentamientos. Por: Hugo Anteparra