En Morales
Van 10 meses y la obra no avanza, el alcalde Rufino Pinedo y la empresa no dan razón al poblador que no tiene agua y están expuestos a condiciones insalubres.
Los vecinos de las cuadras tres y cuatro del jirón Manco Cápac, en el distrito de Morales, viven una situación crítica debido a la paralización de una obra de cambio de redes de agua y desagüe que inició en enero de 2024.
Van 10 meses después, la obra sigue inconclusa, dejando a los vecinos aislados y sin servicio de agua y dificultades en el recojo de basura, además de los focos infecciosos por los charcos formados en las excavaciones, es decir, los problemas son graves, hablamos de insalubridad y sin servicios básicos.
La gestión del alcalde Rufino Pinedo y la empresa encargada de la ejecución del proyecto han sido señaladas como responsables de este caos, afectando la vida diaria de los residentes.
Según lo mencionado por César García, vecino del pasaje Manco Cápac, la obra de cambio de redes de agua y desagüe, que tenía como objetivo mejorar la infraestructura de servicios básicos en la zona, se encuentra paralizada desde hace meses, generando una crisis para los vecinos del jirón. “A pesar de las promesas de los responsables de la obra, de que ésta se culminaría en el menor plazo posible, la realidad es que los trabajos están detenidos y no hay señales de avance” dijo García.
«Nos dicen que ya va a terminar, pero cada mes pasa lo mismo. Sólo vienen un par de trabajadores, hacen algo pequeño, y luego se van», comenta otro vecino afectado. Las zanjas excavadas, algunas de ellas de casi 20 metros de diámetro, permanecen abiertas, generando una serie de problemas como la acumulación de aguas servidas, malos olores y la proliferación de zancudos, lo que incrementa el riesgo de enfermedades. “Tenemos niños, personas de edad que se encuentran amenazadas por los focos de contaminación que se han ocasionado, no es posible, pagamos puntualmente nuestros tributos, y la municipalidad nos da este trato inhumano” manifiesta César García.
El panorama para los residentes es desesperante.
Debido a las enormes zanjas, los servicios esenciales como el recojo de basura y la entrega de agua potable, a través de cisternas, han quedado suspendidos o con dificultad. En plena crisis hídrica, la falta de acceso a agua limpia agrava aún más la situación. «No podemos salir, ni hacer que entren los camiones de basura. Es como si nos hubieran aislado por completo», expresan con indignación los vecinos.
El estancamiento de aguas servidas, contaminación y los fétidos olores hacen de su día a día un calvario. Las autoridades municipales de Morales y la empresa responsable de la ejecución de la obra han sido fuertemente criticadas por su pasividad e inoperancia, pues no ofrecen una solución clara ni un cronograma de trabajo que permita vislumbrar el final de esta pesadilla.
En la municipalidad de Morales no dan razón
En un afán por conocer la versión de funcionario de la gestión de Rufino Pinedo, alcalde de Morales, llegamos a la comuna, pero nadie estuvo con tiempo para atendernos y absolver nuestras interrogantes. Eso porque la gestión del alcalde Rufino Pinedo está en el centro de las críticas, ya que los vecinos consideran que la falta de control de la obra es la causa del problema.
«No hay seriedad en el manejo de una obra pública, estamos abandonados», es el sentir unánime de los residentes, quienes han solicitado en reiteradas oportunidades y de diversas formas que las autoridades intervengan para culminar la obra.
A pesar de los reclamos, la respuesta ha sido casi nula, y la situación parece empeorar con el paso de los días. El miedo de los vecinos es que la obra se prolongue indefinidamente, afectando aún más su calidad de vida.
Si bien es cierto se ve movimiento en la cuadra 4, los vecinos del jirón Manco Cápac exigen una pronta solución que ha perturbado su día a día. La obra de cambio de redes de agua y desagüe, que debía mejorar su calidad de vida, se ha convertido en una pesadilla, insalubridad y aislamiento.
La ineficacia de la empresa ejecutora y la falta de acción de la municipalidad de Morales han dejado a los vecinos en una situación vulnerable, mientras que el silencio del alcalde Rufino Pinedo, de sus regidores y sus gerencias de línea dejan interrogantes y preocupaciones que deberían tener una pronta solución demandan los vecinos. (Por: César Alberto Gonzaga)