Cerca del puente Cumbaza existen árboles de casi 100 años de antigüedad donde habitan monos pichicos, tucanes y zarigüeyas. También hay un árbol de eucalipto de la variedad Arco Iris.
Vecinos del distrito de Morales se han unido para expresar su profunda preocupación y oposición ante el proyecto de tala de 167 árboles ubicados en la margen derecha del río Cumbaza. La medida, es una propuesta con el objetivo de construir una defensa ribereña, sin embargo, viene generado un fuerte descontento entre los moradores, quienes argumentan que esa acción representaría un serio atentado contra el medio ambiente.
Entre los manifestantes, destaca la ingeniera civil Karin del Águila Arévalo, quien ha liderado la voz de protesta. Ella no sólo expresa su inquietud como profesional del área, sino también como ciudadana comprometida con la preservación del entorno natural. En el lugar donde podría darse la tala masiva, la ingeniera propone explorar alternativas que permitan la construcción de la defensa ribereña sin comprometer la integridad de los árboles y su ecosistema circundante.
Ayer por la mañana, se constató que esos árboles desempeñan un papel crucial como refugio para diversas especies de animales silvestres. Entre las especies identificadas se encuentran una manada de monos pichicos, tucanes y zarigüeyas. Este descubrimiento subraya la importancia de preservar el hábitat natural, que no solo alberga biodiversidad, sino que también contribuye al equilibrio ecológico.
Entre los árboles amenazados destaca un ejemplar de eucalipto arco iris, que se alza majestuosamente a una altura de más de 100 metros. Este árbol en particular se ha convertido en un símbolo de la diversidad biológica que caracteriza la zona y, por ende, ha fortalecido la determinación de los vecinos en su lucha contra la tala indiscriminada.
Los vecinos de Morales hacen un llamado urgente a las autoridades competentes para que reconsideren la aprobación de ese proyecto y exploren soluciones que permitan la protección de los árboles y la vida silvestre que depende de ellos. En última instancia, la esperanza de preservar el equilibrio ambiental en la región descansa en la toma de decisiones informadas y sostenibles por parte de las autoridades locales. (Hugo Anteparra)