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viernes, febrero 7, 2025
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Vegetarianismo: Mitos y verdades

Hoy fuimos entrevistados la Profesora Joy Gonzaga Noriega y mi persona por la estimada y destacada periodista Verónica Hidalgo Aching en nuestra calidad de directivos de NATURLANDIA sede Tarapoto, para la próxima emisión de su valioso programa sabatino “Mejorando Nuestra Salud”. Entre otras cosas, tuve la oportunidad de actualizar en mi conciencia la realidad de la poca información o desinformación que aún subsiste en el público acerca de los elementos más básicos de la cultura alimentaria y en especial del vegetarianismo.

En efecto, aún muchas personas carecen de comprensión suficiente acerca de esta alimentación que es la más naturalmente apropiada para los seres humanos y para su pleno desarrollo así como para la salud ecológica de nuestro planeta.

Veamos por qué:

Uno de los “mitos” (o mejor dicho falacias) que aún subsisten en muchas personas es que los vegetarianos comemos (soy vegetariano desde mi nacimiento) solo vegetales, entendiendo erróneamente “vegetales” solo como hojas verdes como espinaca, lechugas, apios, etc. En primer lugar tendríamos que decir –conforme a un nivel básico de cultura en la alimentación- que LA PALABRA VEGETARIANOS NO PROVIENE DE VEGETALES sino del latín vegetus que significa “sano, fuerte, vigoroso” y en 1830 se la asoció en inglés con la palabra vegetal (del latín vegatare= crecer, vivir) para dar a entender que quienes comen productos vegetales (excluyendo los animales) son personas más sanas, fuertes y vigorosas llamándose así por primera vez “vegetarianos”.

Sin embargo no hay que asociar al vegetarianismo solo con el consumo de vegetales (mal generalizados como “verduras” u hortalizas) sino con TODO tipo de producto vegetal como por ejemplo: papas, camotes, yuca, oca, quinua, kiwicha, maíz (choclo), avena, cebada, arroz, trigo, arvejas, lentejas, garbanzos, frijoles, algas (yuyo o mococho), almendras, cocos, semillas de girasol, nueces, pecanas, champignones, etc. además por supuesto de todas las frutas y verduras.

Otra de las falacias es considerar que “hay vegetarianos que comen pescado” o decir: “soy vegetariano porque como solo pollo y vegetales”. Eso es una contradicción de principios pues en el vegetarianismo no hay “medias tintas”…ser vegetariano implica no alimentarse con animales muertos (entiéndase: pescados, mariscos, aves, ganado, insectos, etc.) además con productos que contengan substancias de animales muertos (grasas, mantecas, jabones, etc.) por ejemplo algunos panes o pastelerías con mantecas de cerdo, quesos con cuajos (extraídos del estómago de las vacas), frituras con mantecas de cerdo (por ejemplo en la Amazonía que consumen el tacaco con manteca de cerdo, jabones fabricados con grasas animales, etc.

Pasando este “umbral” o límite de lo que definitivamente es vegetariano y lo que definitivamente no es vegetariano entonces ya podemos ir definiendo tipos de vegetarianos como por ejemplo los lacto-ovo vegetarianos que consumen potajes en os que se ha usado huevos de gallinas (por supuesto huevos no “fertilizados”) y también los lácteos como quesos, yogurt, etc.

Claro preferentemente los vegetarianos con cultura alimentaria van a preferir los productos orgánicos como huevos de “gallina de chacra”, leches de vacas criadas naturalmente y alimentos libres de pesticidas y productos químicos.

En otro nivel de vegetarianismo se puede mencionar el VEGANISMO que excluye cualquier producto proveniente de animales (incluso la miel de abejas, las ropas y calzados, etc.)

A este respecto también es bueno acotar que muchas personas utilizan mal el término “naturismo” en el sentido de incluir por ejemplo el nudismo, el consumo de animales muertos en cacerías (animales de monte) o animales que no sean criados en granjas industriales, etc. Esto es una falacia también porque comer animales no es NATURAL o propio de la naturaleza de nuestro cuerpo humano, en otras palabras: la naturaleza no nos ha dotado de un organismo que asimile correctamente las carnes y vísceras de animales; basta recordar la conformación de nuestros dientes, la acidez de nuestros fluidos (saliva, sangre, jugos gástricos y biliares, etc., la extensión de nuestros intestinos, nuestra posición vertical y demás elementos señalados por los más grandes naturalistas (vegetarianos por supuesto) y especialistas de la anatomía comparada como Charles Darwin, Alexander Von Humboldt, Carlos Linneo, entre muchos otros científicos quienes prescribieron la alimentación vegetariana como la más apropiada para la naturaleza humana.

Además recordamos que no solo la naturaleza orgánica se beneficia enormemente con la alimentación natural (vegetariana-vegana) sino también la ecología de nuestro planeta. Basta recordar que la ganadería a nivel mundial es uno de los agentes más contaminantes y erosivos (creadores de desiertos) en el mundo y que está destruyendo en gran escala nuestro sistema ecológico, asimismo la pesquería está destruyendo terriblemente los ecosistemas marinos; todo ello condenándonos poco a poco a un verdadero Armagedón que acabará con gran (sino con toda) la humanidad.

Está pues aún en nuestras manos poner freno a todo esto contribuyendo -desde la elección de nuestros potajes y lo que ponemos cada día en nuestras mesas- con la salvación de nuestro hermoso planeta azul. ¡Con sabiduría, comprensión y decisión podremos lograrlo! Cursos permanentes en la CASA de la CULTURA sede Tarapoto: Jr. Rioja N° 218. Telf. 525760.

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