Vivimos en la época de las cosas “inteligentes”: teléfonos inteligentes, autos inteligentes, casas inteligentes, y toda clase de artefactos “inteligentes”. Éstos son los avances de la tecnología del siglo XXI que aún no se avizora a dónde nos llevará con exactitud. Sin embargo, si damos una mirada a nuestro alrededor, vemos que muchas veces lo que más falta son ¡personas inteligentes!, autoridades inteligentes, instituciones inteligentes y todo lo que en realidad hace falta para que un país o una región funcionen de manera realmente inteligente.
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En los últimos días se ha podido observar una verdadera falta de inteligencia en las autoridades electorales y en su manera de aplicar una legislación electoral que es todo menos inteligente. Esto lleva a muchos peruanos a la confusión y desconfianza. Lo ocurrido con la exclusión de César Acuña de la justa electoral y la anulación de la postulación de Julio Guzmán y todo su partido nos hace pensar que lo que más se requiere a partir de ahora para que se lleven a buen término las elecciones, es, precisamente, inteligencia.
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Si nuestros actuales legisladores fueran inteligentes, no habrían añadido una nueva ley que lo único que hace es confundir. En países más avanzados en estos menesteres, especialmente con sistemas presidencialistas como el nuestro la realidad es bien distinta. Por ejemplo en los EEUU y Venezuela – dos países antagónicos, pero que han adoptado la racionalidad electoral- las elecciones ´presidenciales y las legislativas no se efectúan en las mismas fechas. Esto se ha visto recientemente en las legislativas de Venezuela en que la oposición ha ganado la mayoría en la Asamblea Nacional, mientras que el ejecutivo sigue en manos del chavismo.
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Cuando se dan situaciones como la que se nos presenta hoy a los peruanos, por ejemplo en el caso de Acuña, cuya candidatura presidencial ha sido excluida, pero que sin embargo sigue en carrera con una nutrida lista congresal entre los que se encuentra el ex Presidente Regional de San Martín, César Villanueva, lo que tiene que primar en el voto es la inteligencia. Ya muchos peruanos han aprendido a votar cruzado, es decir, que si tenían un candidato presidencial de su preferencia, votaban por él y en la lista congresal marcaban por un candidato de otra agrupación política, lo cual está permitido por la ley,
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Sin embargo no es muy usual que se emitan cédulas de votación en que una agrupación política tiene a todos sus candidatos al Congreso, pero carece de candidato presidencial. Esto lleva a que algunas personas puedan pensar que votar por esa lista congresal es un voto perdido. Nada más errado. En este caso el voto cruzado es la solución más inteligente. Los electores, en San Martín y todo el Perú, tendrán ante sí un cédula de votación en que en el espacio correspondiente a APP sólo hay candidatos congresales y no aparece el presidencial.
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El voto inteligente en este caso consiste en marcar por el candidato presidencial que quieran –o por ninguno- y marcar por el símbolo de la agrupación que es de su preferencia poniendo el número del candidato que quieren como congresista por San Martín. Así podremos elegir congresistas que verdaderamente representen las soluciones que necesita San Martín para su desarrollo, en especial cuando ya tienen una exitosa experiencia en la administración regional, lo cual obviamente se verá reflejado en su accionar en el Congreso de la República.