Por: Alberto Ruíz Tuesta, periodista y escritor
“Una obra que hace de Huicungo un pueblo como salido de la creación literaria de García Márquez, algo así como Macondo en “Cien años de Soledad”.
Con esta otra obra póstuma, Wilson Pérez nos presenta este título que de por sí nos revela el curso de su trama en la que el autor relata hechos y circunstancias ubicándose -en la mayoría de casos- como personaje (huicunguimo masini: “huicunguino como yo”).
Se trata de una producción que posee matices autobiográficos, aunque el autor así no se haya propuesto intencionalmente.
En HUICUNGUINO MASINI, desde la parte introductoria, el autor empieza encuadrando su narrativa en los años de la primera mitad del siglo XX, situando los hechos en distintos espacios geográficos donde ha desarrollado parte de su historia ipersonal y familiar, desde los primeros años de vida y sus consiguientes experiencias juveniles.
La obra se compone de tres partes o secciones que el autor no los estructura deliberadamente, sino que los integra guiándose por los efluvios de sus recuerdos cuando niño y adolescente, primero, y sus tempranos años juveniles, después, manifiestos en lugares como Iberia (selva de Madre de Dios), Cachiyacu y Huicungo (cuencas del Huayabamba y el Huallaga) en los que Wilson ha desarrollado etapas significativas de su historia de vida.
En la última parte de esta producción, subtitulado “Huicunguinadas”, Wilson Pérez Iglesias narra ocurrencias peculiares con los que nuestros pueblos y sus habitantes complementan su vivir cotidiano, generalmente amenas y divertidas, que el libro las recoge profusamente en sus párrafos finales.
En suma, Wilson Pérez nos presenta una obra que hace de Huicungo un pueblo como salido de la creación literaria de García Márquez, algo así como Macondo en “Cien años de Soledad”. Nos muestra un pueblo -de esos años- cuyo desarrollo no se sujeta a las decisiones de un Estado paternalista, siempre mezquino y perezoso. La construcción y funcionamiento del Colegio “Cahuide”, el alumbrado eléctrico, el puente sobre la quebrada Huicungo, por sólo mencionar a las obras de mayor envergadura, son claros ejemplos de la acción comunitaria de un pueblo que empieza a hacerse grande por la unidad, la fraternidad y compromiso social de sus habitantes, al margen de sus originalidades.