Hay gritos de todo tipo, de alegría, dolor, entusiasmo, locura y placer. En tiempos como el que vivimos esos gritos se han vuelto pan de cada día.
Es común escuchar gritos de lamento de personas que buscan un poco de esperanza para que sus familiares no mueran en su lucha contra el Covid 19 y mientras eso sucede, otros gritan pero de algarabía entre un tumulto de personas que aplauden a un candidato político, exponiendo su vida ante el contagio de esta terrible enfermedad.
Estamos en una segunda ola de la pandemia y en una segunda contienda electoral, ambos vienen cobrando vida de personas. Las cifras de contagio y mortalidad cada día van en aumento y el colapso del sistema de salud es evidente en la región San Martín. En otro contexto, están los mítines y caravanas que generan los candidatos a la presidencia del Perú, aglomerando a miles de personas, quienes serán nuevos casos positivos del Covid 19.
¿Son inmunes? Esta pregunta me realizaba mientras observaba una fotografía en donde centenares de simpatizantes de un candidato que llegó a San Martín se aglomeraban en sus mítines, los mismos que no practicaban las medidas de seguridad establecidas en este contexto de emergencia sanitaria.
Estamos locos o deberíamos estarlo al realizar actos suicidas como acudir a mítines en donde se expone la salud al 100% y esto no tiene nada que ver con que sea o no simpatizante de algún candidato presidencial, sino por sentido común por toda la situación que estamos viviendo y que está cobrando la vida de miles de personas.
Pasará la segunda vuelta de elecciones y tendremos un gobernante, sin embargo, al paso que vamos seguiremos teniendo tercera, cuarta o quinta ola y eso es realmente terrorífico.
No nos dejemos cegar por el fanatismo, por ese discurso de querer un cambio para el país, porque a pesar de ser un buen deseo para la nación, exponer la salud es la decisión menos acertada e inteligente en este momento.
Recuerda que ni Pedro Castillo ni Keiko Fujimori asistirá a tu entierro así como tú asististe a su mítin exponiendo tu vida.
Si queremos un cambio, empecemos por nosotros, por tomar mejores decisiones, por realizar acciones que ayuden a mejorar este país que se está cayendo a pedazos.
Grita, pero grita esperanza, alegría y amor a la vida, estamos a tiempo de combatir este mal que nos tiene agonizando.