Por Willian Gallegos Arévalo
La ciudadanía siente que ningún nivel de gobierno está gobernando. Ni los gobernantes, ni los funcionarios regionales de más alto nivel saben lo que es el Comité de Gestión Regional Agrario (CGRA). De repente lo saben, pero se hacen los locos para no participar, o envían en su representación a funcionarios de quinto nivel. Ya hemos dicho que “gobernar” no es hacer lo evidente, más de lo mismo y lo que el rol institucional establece. Mi definición del término “gobernar” es: Coordinar la implementación y ejecución de políticas públicas orientadas hacia el logro del bien común, el bienestar general y la felicidad de la gente a partir de acuerdos, consensos y la puesta en práctica de la gobernanza y teniendo como marco orientador una agenda pública.
La percepción general de la ciudadanía es que la región San Martín se encuentra en un proceso agresivo de destrucción ambiental y ningún nivel de gobierno asume la decisión política de intervenir, a no ser con iniciativas que no resuelven los problemas. Por ejemplo: el río Cumbaza prácticamente ya no existe. A las autoridades se les ha alcanzado propuestas que no costaría dinero implementar si es que gobernarían. Pero lo más preocupante es el de la señora Lluni Perea Pinedo a quien se le alcanzó propuestas que ha desestimado pese a contar con profesionales de primer nivel que vienen del sector agrario y que ocupan gerencias de importancia estratégica. Entonces, algo está fallando. Y ya van casi dos años de gestión.
En COMUNICANDO BOSQUE Y CULTURA queremos que la gestión de Walter Grundel sea exitosa. Como precedente inmediato, no tiene valla que superar, pero ya es hora que nos envíe señales de hacer la diferencia. Un tema crucial es el problema regional del agua y ya se le alcanzó una idea de qué hacer, pero decidió archivar esta propuesta y muchas. Me gustaría conocer los informes de los gerentes sobre las propuestas alcanzadas, especialmente de la Autoridad Regional Ambiental, a quien nunca se le ha visto en las sesiones del CGRA, como a ninguno de ellos desde la gestión de Noriega y están obligados a estar presente. A la señora Lluni ya me cansé de alcanzarle iniciativas, que sus gerentes las desestiman a pesar que son profesionales brillantes y exitosos en la administración pública.
En la última sesión del Comité de Gestión Regional Agrario, de Papaplaya se tomaron acuerdos vitales para la región San Martín; incluso, los presentes pidieron que el señor Grundel aunque el reglamento no lo exige esté presente en alguna sesión del CGRA para que conozca de qué se trata y le ponga fuerza política al tema. Los alcaldes, que son el estamento clave, siguen creyéndose pequeños reyezuelos. Si se sigue así, vamos a terminar en lo mismo. Sin pena ni gloria. Si las autoridades políticas no quieren gobernar, no tendremos resultados.
Gobernar es la única oportunidad que tienen los políticos para demostrarnos que son personas confiables y con carácter para cruzar el Rubicón, y no basta ser mandones ni intratables. Les hemos dado poder para servir y ser correctos funcionarios. Gobernar es querer a la gente. Nuestros líderes no nos quieren, realmente. Por favor: demuestren que aman a su pueblo. ¿Y las congresistas? (Comunicando Bosque y Cultura).