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miércoles, mayo 1, 2024

Noé

voces de la cultura
Christian Marquina Alván
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Interesante es observar las airadas reacciones de los religiosos en oriente y occidente ante la última película “Noé” del director Darren Aronofsky. La mayoría de estas polémicas y reclamos se dirigen a la falta de seguimiento y fidelidad a los textos sagrados (la Biblia para los cristianos y el Corán para los musulmanes). Ante esta polémica, compartiré algunos conocimientos y hechos concretos pero poco difundidos debido al gran DILUVIO de poca y pobre cultura espiritual que sumerge a gran parte de la sociedad. A este respecto aclara el Dr. Serge Raynaud de la Ferrière, respaldado por las más altas autoridades y eruditos, remarcando en primer lugar la mala traducción e interpretación actual de los libros sagrados:
“Es lástima ver con qué ligereza fueron traducidas las Escrituras. Tomemos por ejemplo el capítulo IX del Génesis. Allí advertimos una historia de Noé completamente simbólica que es más necesario comprender, como siempre, en el espíritu que en la letra. Si en el versículo 21 Noé planta la viña es necesario entonces comprender de qué viña se trata; pues lejos de referirse al aspecto material esta palabra en hebreo significa: elevación, exaltación, es un arbusto espiritual que correspondía ciertamente sobre todo a una asamblea deslumbradora, a una Academia, y de la misma manera sería necesario penetrar en el versículo que describe a Noé bebiendo el vino!… Desde la América Antigua (Mayas, Incas) hasta el Oriente (India, Mongolia), el vino es la sustancia emblema del misterio. Pues, precisamente el término “Sod” (misterio) y el término “Yain” (vino) tienen el mismo valor numérico (70). Así, cuando la Biblia relata: “Noé bebió del vino, y se embriagó” (Génesis IX-21), se comprende fácilmente que estudió y realizó [comprendió] completamente la Santa Escritura (Torah) embriagándose del santo conocimiento, pues, como lo explica muy claramente el Zohar: “La Torah (santo conocimiento) se puede comparar al vino”. La expresión “apretó las uvas” es una metáfora que expresa la idea de un examen profundizado de la esencia divina; al igual que “comer pescado era el símbolo de la asimilación de la enseñanza cristiana; ¿¡¡Cómo pensar, por ejemplo, que Jesús de Nazareth, Gran Iniciado, hubiera podido comer carne animal!!? siendo que pertenecía a la Orden de los Esenios (Colegio Iniciático muy estricto en este aspecto) y además había hecho los votos de Nazareno (respetando, por lo tanto, las reglas ascéticas) y tampoco podía ignorar ciertas leyes antiguas de la Doctrina Sagrada.”
“Noé”, ese gran patriarca de Israel, conocía las leyes de la formación y por su ciencia se puso en relación con la Prudencia Suprema y así llegó a ser el colaborador de Dios, haciéndose el conservador de las formas de la Naturaleza. En su carácter original “Noah”, quiere decir “descanso” (o sueño de la naturaleza) y ES LA POTENCIA MORFOGÉNICA INCLUIDA EN TODO ORGANISMO. Durante el diluvio ese ser cosmogónico llamado Noé conserva los arquetipos de los seres futuros; es el símbolo del estado virtual, la función generatriz de toda vida animal en sus manifestaciones.”
“THEBAH, término muy mal traducido por barco o nave y que ha dado lugar a los errores groseros de interpretar esta “Reserva de la Matriz Universal” por un simple barco, o una Arca…Lejos de ser, pues, meramente un navío construido por los hombres, se trata del Navío de la Sapiencia…significa el bajel, el recipiente, el que contiene, y, por extensión, el universo entero, pero siempre en el sentido de una reserva astral, como una matriz espiritual y no como una simple barca o un barco de construcción humana, sino en la idea de contener y conservar una reserva. FUERON LOS TRADUCTORES SAMARITANOS LOS QUE DIERON AL TÉRMINO EL SENTIDO DE UNA BARCA, LO CUAL DIO NACIMIENTO A LOS ERRORES GROSEROS DE CREER QUE NOÉ HABÍA ENCERRADO LAS DIVERSAS ESPECIES DE ANIMALES EN SU BARCO. El Arca debe ser comprendida como el Pesebre, el Refugio Sagrado, etc. toda idea que, por extensión, podría simbolizar el Templo Santo, la Comunidad Iniciática, el Universo…”
Así también respalda el Dr. Maurice Nicoll: “En el Antiguo Testamento, se mencionan diferentes formas de enseñanza que en tiempos antiguos se impartieron en “iglesias” [Colegios de Iniciación]. La muerte de una “iglesia” [cierre de un Colegio Iniciático] a veces se llama diluvio en el lenguaje de las parábolas. La nueva iglesia es el arca que sobrevive y contiene representaciones de todas las formas de conocimiento y bien necesarios para un nuevo comienzo. Por ejemplo, muchas de esas largas tablas de referencias a personajes que han engendrado a otros y que vivieron tantos centenares de años son registros de diferentes “escuelas” o ramas de “iglesias”. Así, hubo una escuela o iglesia llamada “NOÉ”.

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