El abogado Guillermo Barandiarán Siancas afirmó en entrevista con este medio que, al asumir la defensa legal de manera oficial de Segundo José Quispe Pérez, “alias el cojo” quien sería el cabecilla de la presunta banda criminal “los verdugos de San Martín” le habría negado ser cabecilla de dicha presunta organización criminal.
La primera versión que el abogado dio, es que su patrocinado dice no sentirse cabecilla de “los verdugos de San Martín” acusados por la Fiscalía de ser responsables de los delitos de sicariato, extorsión, robo agravado, tráfico ilícito de drogas, tráfico de influencias, lavado de activos, corrupción de funcionarios y otros en agravio del Estado en la región de San Martín. “Eso me lo ha dicho muy claramente, cuando los visité en su celda del penal de Juanjui. Pudieran haber hechos que lo implican, pero eso no lo hace cabecilla de una organización criminal, porque incluso del grupo que han detenido hay personas que él ni conoce” afirmó el hombre de leyes.
Guillermo Barandiarán dijo que si bien es cierto la fiscalía puso como acusación una serie de delitos, eso no quiere decir que en todos esos delitos tenga responsabilidad su patrocinado. “A decir de Segundo Quispe, él no se considera líder de la banda; en las investigaciones se tendrá que demostrar. Entre tanto es un tanto apresurada la sindicación hecha por el Ministerio Público”, refirió.
Pero a pesar de todo, el abogado estima que la Fiscalía hará un trabajo profesional razón por la que se podrá demostrar que su patrocinado podría ser responsable de algunos de los delitos, pero a decir del hombre de leyes, de ser quien lideré esa supuesta organización criminal no; razón por la que podría darse la figura de libertad provisional para su patrocinado.
En otro momento puso en tela de juicio la objetividad de este proceso que se le sigue a su patrocinado y a otros, entre ellos a Ermitanio Delgado Quispe, sobrino del presunto cabecilla, debido a que quienes enarbolan la justicia y deberían ser quienes la apliquen de acuerdo al irrestricto derecho de defensa, estén en la actualidad duramente cuestionados.
Finalmente cuestionó a la policía asegurando que algunos efectivos habrían intimidado a su patrocinado, para que él no tomará la defensa legal. Contraviniendo su irrestricto derecho de defensa “Me pregunto a qué se debe. Eso no es correcto y lo que no es correcto no es legal. A qué tienen miedo”, se preguntó.
(gofa)