30.8 C
Tarapoto
sábado, abril 27, 2024

El candidato del mal

Por Martín Vargas Barrera

Lo peor que le puede pasar a la región amazónica líder en creatividad y la defensa estoica de sus bosques, sería caer en las manos del empresario del oportunismo. En las fauces del candidato que lucra con el hambre de su pueblo desde su empresa de pechos, entre piernas y rabadillas.

El alfil del hombre de otra raza (una que plagia tesis y no lee nada) está más que preocupado. En sus intestinos organizacionales la cosa está grave. Hay una suerte de metástasis de la derrota anunciada y, como ya se sabe, guerra avisada no mata gente.

La patinada con dos encuestas donde increíblemente aparecía primero y con varios cuerpos de ventaja -dándole la espalda al clamor de la gente- y el desaire de candidatos, alcaldes y autoridades que negaron públicamente que lo apoyan (pese a los anuncios grandilocuentes del face oficial) han sido un boomerang que le ha rebotado en la cara y lo han silenciado… aún más.

Pero ese no es el único error del candidato del mal. Fiel al estilo del clan norteño, según cuentan dirigentes de organizaciones políticas, el peón de Acuña se la pasa ahora recorriendo distritos, pero no se reúne con la gente, que apenas lo ve, sino que su táctica es la encerrona chicheñó. La charla servil, la subasta de la conciencia comunitaria, el alquiler del  voto de ex candidatos y líderes domésticos.

Su otra estrategia anida en el refuerzo. Y del norte ya llegaron los insumos. En Tarapoto y Moyobamba un pequeño cogollo se resiste a la crónica de la muerte anunciada y se jacta que la caballería inclinará la balanza. Los más optimistas afirman que las 20 camionetas que llegarán desde Trujillo con chofer y gasolina permitirán la evangelización política. Que todos serán felices cuando logren la felicidad al escuchar el ronroneo de los motores.

Sin embargo, al margen de suposiciones y entredichos (rumores a la interna), lo que ha inclinado la balanza en contra suya ha sido el temor. El miedo a que la región caiga en manos de alguien acusado de codearse con narcos, de un incompetente en sus dos periodos de alcalde, de una persona que no paga impuestos, que es pedante por naturaleza y que sólo sonríe cuando aparecen los micrófonos y alguien grita: “luces, cámara, acción”.

Y esta pedantería queda de manifiesto en su propuesta gráfica al peor estilo de Obama. El convertirse él mismo en su eje de campaña fue un craso error. No comunicó mensajes, no escuchó a la gente, no se apoyó en la comunidad, sino que, por el contrario, rindió culto al hedonismo más descabellado al llevar su rostro al pop art y estamparlo por toda la región, como si fuera una estrella de rock, una campaña contra el cólera o el mismísimo Papa en gira por el tercer mundo.

Pero este chico de la A no tiene nada de santo. El candidato ha demostrado que sólo lo mueve el apetito por el poder, que lo suyo es la criollada artera para ver si le sale bien la aventura de ser gobernador. Dicen que de su empresa no ha puesto un sol y que afirma, orondo él, que quien quiera apoyarlo debe poner platita, que él no pondrá un sol. Que su cuota es su rostro de líder nato del oscurantismo, su verbo florido en repeticiones, su andar de capellán excomulgado y su conducta de brigadier escolar con yaya.

Artículos relacionados

Mantente Conectado

34,540FansMe gusta
275SeguidoresSeguir
1,851SeguidoresSeguir

Últimos artículos